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PRESENTACIONES

 
 

( Para poder asistir es necesario inscribirse previamente en la propia biblioteca aquí )

( Más información acerca de esta antología de haikus de Matsuo Basho aquí )

 
 
 
UNA CATA DE PODER. HISTORIA DE UNA MUJER NEGRA
 
Mireia Sentís y José Luis Gallero tuvieron a su cargo la presentación de esta historia de una mujer negra, en que su autora, Elaine Brown, narra su vida desde su infancia hasta que asumió el liderazgo del Black Panther Party.

 

CONTRA EL OLVIDO. MEMORIA FOTOGRÁFICA DE PALESTINA
ANTES DE LA NAKBA, 1889-1948

 
Teresa Aranguren y Sandra Barrilaro se han multiplicado para presentar este extraordinario libro, en el que también han participado los palestinos Johnny Mansour y Bichara Khader y el profesor Pedro Martínez Montávez, autor del Prólogo, además de escritores y políticos como Luis García Montero, en Madrid, Barcelona, Córdoba, Santiago de Compostela, Almería, Valladolid, Sevilla, Valencia...
 






ANTONIO GRAMSCI: DEL LIBERALISMO AL COMUNISMO CRÍTICO

Domenico Losurdo vino a Madrid y Barcelona a presentar nuestro último título de la colección disenso. En Madrid estuvo en el Ateneo, en un acto organizado por la FIM, la Fundación de Investigaciones Marxistas, y en la facultad de Políticas de la Universidad Complutense. En Barcelona, en la sede del Espai Contrabandos. 


LA NOCHE DE LOS LIBROS
 el jueves, 23 de abril, a  las siete y media de la tarde,
en la Librería Enclave, María José Goyanes y Eusebio Lázaro leerán textos de Caña, de Jean Toomer.
Mireia Sentís y José Luis Gallero contextualizarán esta obra clave del Renacimiento de Harlem.



 
HA MUERTO ASSIA DJEBAR
Reproducimos a continuación un texto publicado por su traductora y editora con motivo de su nombramiento a la Academia Francesa:



LA LENGUA DEL ENEMIGO
El 22 de junio de 2006 Assia Djebar[1] tomó posesión del sillón 5 de la Academia Francesa, un acto poco usual en las Academias, como su larga historia se obstina en demostrarnos [2].
Pero si inusual es que una mujer ocupe uno de sus sillones, más sorprendente es si cabe que quien lo ocupe sea una "antigua colonizada". Assia Djebar es la primera persona de origen magrebí que accede a la Academia.
"Recuerdo que el año pasado, en junio de 2005, el día en que me eligieron ustedes a su Academia, respondí a los periodistas que buscaban mi reacción que estaba contenta por la francofonía del Magreb. Se imponía la sobriedad, pues tenía la sensación casi física de que sus puertas se abrían no solo para mí y mis libros, sino para las sombras todavía vivas de mis compañeros —escritores, periodistas, intelectuales, mujeres y hombres de Argelia que en la década de los noventa pagaron con su vida el hecho de escribir, exponer sus ideas o, sencillamente, enseñar… en francés".[3]
Sombras vivas que convoca en El blanco de Argelia[4], porque el blanco es el color del luto para los musulmanes… Por sus páginas desfilan como en una procesión ritual esos "queridos desaparecidos", abatidos por los cuchillos o las balas de la intransigencia: a tres de ellos, Tahar Djaout –escritor, periodista y crítico literario—, Youssef Sebti —sociólogo— y Abdelkáder Alloula —uno de los más populares dramaturgos argelinos— dedicó años antes el Premio de la Paz que, en el año 2002, le otorgó la Asociación de Editores y Libreros alemanes.
Este nombramiento podría no ser más que una anécdota, desde luego una anécdota importante en la vida de una escritora, si no fuera por el hecho de que la ambigua / dolorosa relación con la lengua francesa, lengua del enemigo, del colonizador ha sido y sigue siendo la esencia misma de su escritura desde sus primeras obras.
Una escritura que a lo largo de sus más de cuarenta años de actividad literaria ha ido tejiendo en difícil arabesco esa lengua del Otro con las del origen: el bereber de sus abuelas y el árabe, salpicado de bereber y con melodía andalusí, de su madre: "el sonido del origen fermentó en el propio corazón del francés"[5]
COMO SI FUERA UN CHICO
La relación de Assia Djebar con la lengua del colonizador se inicia a una edad temprana. Y es precisamente su padre —la persona que debía vigilar su entrada en el gineceo para salvaguardar su honor— quien le abre la puerta —real y simbólica— al conocimiento, a la libertad:
"Chiquilla árabe que va por primera vez a la escuela, una mañana de otoño, de la mano de su padre. Este, cabeza tocada con fez, la silueta alta y erguida dentro del traje europeo, lleva una cartera y es maestro en la escuela francesa. Chiquilla árabe en un pueblo del Sahel argelino"[6].
Aún me producen emoción estas palabras recogidas en las páginas del primer libro que traduje de Assia. Esa chiquilla me tendió la mano y caminé junto a ella recorriendo las páginas de la historia dolorida de su país. El viaje duró cuatro libros. Pero es en este cuando se produjo la fascinación.
Ese gesto paterno: tomar de la mano a su hija mayor y encaminarla hacia la escuela —algo tan trivial en nuestros días— se revela gesto revolucionario, fundador.
"No recuerdo nada de la sesión del fotógrafo de escuela; al menos de la primera fotografía en que aparezco, precisamente en esa clase de chicos.
La miro ahora, tantísimos años después.(…)
Me pusieron en medio de la primera fila: una chiquilla de frente abombada, pelo negro corto y de mirada sin duda resuelta, pero que no sé cómo definir. En la pizarrita que sostiene un chico sentado está escrita la fecha del año escolar en tiza: 1940. (…)
Recrear el momento de posar: mi padre hizo que se sentaran afuera, delante de la puerta, todos sus alumnos: los más pequeños y más bajos, delante, sentados en dos filas, lo mayores detrás, de pie. Debió de pasar revista al estado de sus indumentarias, para que no parecieran tan flacos. A continuación se colocó a un lado: todos están listos para la foto.
¿Y yo? Debía de estar esperando, dócil y silenciosa, un poco apartada, a un lado. Era la primera vez: nadie me había explicado el ritual de la foto de clase. De repente… ¿Qué impulso de repente arrastró a mi padre? Me miró. Me vio sola, esperando, e intimidada, como de costumbre. ¿Qué le pasó? ¿Una repentina ternura? ¿Un sentimiento vago de injusticia al verme sola, separada de aquellos niños, como excluida? Por un instante olvidó que era una niña, y por lo tanto un ser aparte para sus alumnos… Vino a buscarme y me cogió de la mano; mandó retroceder a los niños de la primera fila y me sentó en el centro, frente al fotógrafo… Volvió a su sitio de maestro vigilante. Y entonces yo, como presidiendo: inesperada reina entre futuros guerreros. Presidiendo y sin saberlo.
Para el maestro, ahora todo está en su sitio, justo antes del disparo, se estira y espera junto a los que instruye. Posa para los demás —para todo el pueblo, incluida la pequeña sociedad colonial a la que insolentemente provoca con su orgullo y sus reivindicaciones igualitarias. Posa orgulloso junto con los cuarenta chicos que educa, y no solo en el aprendizaje del francés, y orgulloso también de su hija mayor —es una niña, bueno y qué—, y la ha colocado en el centro.
Ahí se queda la chiquilla, con el torso ligeramente inclinado hacia delante, la cara tensa y con una mirada seria que no corresponde a su edad —cuatro años, tanto como decir cuarenta dentro de nada. Se da cuenta, pero muy confusamente, de que desentona: en otros sitios esto no debe de pasar, colocar a una chiquilla completamente sola en medio de cuarenta niños, y además mayores. No sabe que los intimida; los percibe como una presencia única, respetuosa, pero desconfiada, por no decir hostil. Su padre, a un lado, espera, como todos, el disparo.
Fue la primera fotografía que me hicieron. Un día de clase en los comienzos de la guerra mundial en un pueblo del Sahel argelino[7].
ÚNICA Y PRIMERA
La fotografía me habla desde la distancia en el tiempo e ilumina con otro matiz su escritura. La pequeña Fatna es la única niña en el nutrido grupo de chiquillos que asisten a la escuela donde es maestro su padre. Única. Primer desgarro.
De modo que Fatma/Assia es una niña como las demás —niña entre las mujeres de la casa, va al hamman, asiste a bodas con su madre, sus tías y sus primas, aprende a bailar al ritmo de las palmas que acompañan la música en las fiestas de mujeres—, y no lo es. Cuando llegue la edad núbil no se velará como la mayoría de sus iguales, es más, vivirá alejada de la familia, interna en una ciudad de provincias, Blida, donde estudia bachillerato en la rama de lenguas clásicas. También aquí será la única musulmana de su clase, las otras argelinas, unas veinte, a las que llaman "indígenas", pertenecen a la sección de modernas.
A aquel primer desgarro vivido por todos los magrebíes escolarizados por Francia en sus colonias —sonrisa irónica y condescendiente cuando rememoran y relatan los años en que estudiaban las hazañas de "sus" antepasados galos— se suma la separación física de la familia: sentimiento ambiguo. A la libertad de gozar plenamente de sus horas de estudio y amistad con muchachas de procedencia diversa, al placer de embelesarse con las lecturas de los grandes escritores… franceses, se contrapone el sentimiento de desarraigo: ágrafa en su lengua de origen, distanciada de sus iguales, con las que se reúne durante el periodo vacacional. Pera ya no es lo mismo.
El francés, ese idioma del "enemigo", va abriéndole el camino que la conducirá a París, donde estudia historia en la Escuela Normal Superior. También allí será la primera argelina que se inscriba. Única y primera. Parece un signo.
EL COMPROMISO
En los convulsos años cincuenta (la guerra de Argelia comienza en 1954), Fatna se aparta del estudio, participa en la huelga de estudiantes argelinos en París de mayo-junio de 1956, y no se examina: suena la hora de la independencia y decide tomar parte activa en ella. Escribe y publica. Con La soif (La sed), que escribe en dos meses y que se traduce enseguida con enorme éxito en Estados Unidos, inicia su carrera literaria, adoptando ya el pseudónimo de Assia Djebar. En 1958 continúa con el boicot a los exámenes y se ve obligada por la dirección a abandonar la Escuela. Se traslada a Túnez donde colabora con Frantz Fanon en el Moudjahid, órgano de prensa del clandestino FLN (Frente de Liberación Nacional), y visita los campos de refugiados de argelinos en la frontera entre Túnez y Argelia. Durante tres años, da clase de historia moderna del Magreb en Rabat. En 1962, regresa a Argel en los primeros días de la independencia. En septiembre de ese año, es nombrada profesora de historia —también la única—. En 1964, tras el golpe de Estado de Bumedian y la política de arabización, que obliga a impartir las clases en árabe, pide la excedencia y regresa a París.
ESCRITURA Y MOVIMIENTO
Desde aquella mañana de otoño en que su padre la llevó de la mano a la escuela no ha dejado de moverse. Porque para Assia escritura y movimiento están íntimamente ligados. Así lo recordó más de tres décadas después, cuando en el año 2000 recibió el Premio de la Paz que otorgan los libreros y editores alemanes: "no habría iniciado con ardor mi carrera literaria (y esto puede sorprender) si no me hubiera gustado recorrer anónimamente las calles de las ciudades, curiosa, como si fuera un chico (subrayado mío), y aún hoy como una simple paseante. La libertad de moverse y desplazarse. Esta es para mí la primera de las libertades"[8].
Palabras pronunciadas ocho años después de que se iniciaran los nuevos "sucesos" de Argelia, la guerra sucia, soterrada, no reconocida, que ensangrentó el país y que tuvo como uno de sus blancos preferido a las mujeres que se "movían" fuera de su esfera, es decir, de las cuatro paredes de su casa. Ni el velo islámico sirvió en muchos casos de freno.
"¡Ay, hermana mía, tengo miedo, yo que creí despertarte. Tengo miedo de que las dos, las tres, todas —salvo las paridoras, las madres guardianas, las abuelas necrófagas— nos volvamos a encontrar atadas en ‘este occidente de Oriente’, en este lugar de la tierra donde brilló para nosotras con tal lentitud la aurora, que ya, por todas partes, nos cerca el crepúsculo".[9]
Con este párrafo premonitorio pone fin en 1986 a Sombra sultana, la segunda entrega de su quator argelino —inmenso fresco que inicia El amor, la fantasía y se continúa con Grande es la prisión— y que es ya escritura de madurez: biografía personal y "biografía" del país, historia con mayúscula e historia de las gentes sin historia, de las mujeres en suma, se entrelazan, como la historia de Hayila e Isma, la una sultana, sombra la otra. Sherezad y Duniazad.
¡ACCIÓN!
De 1967 hasta 1980 su pluma deja de correr. Silencio de más de diez años, durante los que se va gestando esa escritura de madurez en la que expresará con lengua propia todas sus heridas.
Pero la gestación no es muda. Vuelve al origen, a la caverna que le devuelve los sonidos de la lengua materna, terciopelo y espinas. Lengua de amor, ternura sororal, calor del gineceo. Memoria.
Y de esa búsqueda, de ese deseo, quizá, de recuperar su voz dormida, nacen sus dos largometrajes, saludados por la crítica, La Nouba des femmes du mont Chenoua[10] y La Zerda des chants de l'oubli[11].

"Dije: ‘acción’. La emoción me embargó. Como si, conmigo, todos los harenes hubieran susurrado: ‘acción’[12].
Acción, sinónimo de movimiento. ¡Muévete, camina, actúa! Y la cámara va escribiendo las palabras, las frases que habitarán las páginas de Grande es la prisión:
"Cuerpo hembra velado enteramente con una sábana blanca, el rostro enteramente oculto, solo se deja libre un agujero para el ojo. (…) Esa imagen —realidad de mi infancia, de la de mi madre y de mis tías, de mis primas a veces de mi misma edad, ese escándalo que de niña viví como norma— está aquí, surge en el inicio de esta búsqueda: silueta única de mujer, reuniendo en los faldones de la sábana-mortaja los aproximadamente quinientos millones de segregadas del mundo islámico"[13].
EXILIO
Tras ese paréntesis: "Yo habría podido ser, a finales de los años 70, cineasta de lengua árabe a la vez que novelista francohablante"[14]… Pero no fue así: las estructuras asfixiantes de la cinematografía de Estado de su país la disuadieron[15]. Y recobra la escritura, que ya no abandonará nunca. Se instala en ella, como en un territorio propio, en un cuarto propio.
Fuera ya de Argelia, desde su exilio (¿es la palabra adecuada?) voluntario en París o Nueva York, camina y escribe; escribe y camina, como en aquellos inicios apasionados de su carrera, como si fuera un chico. El francés aprendido metamorfoseado en francés suyo: ya no se trata de hablar con el otro o como el otro, sino de hablar diferente. Instalada en el margen de la lengua, desentraña sus secretos y cicatriza sus heridas, herencia irrenunciable.
Abre los brazos de su escritura a la historia enterrada de su patria de origen, a la memoria olvidada, da voz a las sin voz, invita a la conquista del afuera, ese espacio que para las mujeres de su "tribu", incluso las de su edad, era agujero negro, vacío lleno de incertidumbre y peligros, espacio ajeno… al que solo se accedía a través de celosías —figura constante en su narrativa, la mirona— y azoteas… O —deprisa, deprisa, pegadas a las paredes, cubiertas de la cabeza a los pies, fija la mirada en el suelo al cruzarse con un extraño y siempre acompañadas por un varón— camino del baño o de la mezquita en las fiestas de guardar. El camino no contaba, solo la meta. Assia camina sin rumbo, sin meta, "mirona", pero afuera: libertad de ver y ser vista, de "desnudar" el cuerpo —desnuda es la palabra que se utiliza para referirse a una mujer que sale fuera de la casa sin velo—.
Escritura en lengua francesa, sí, pero con el oído atento a los sonidos de la lengua materna —a medio camino entre el bereber de las montañas y el árabe de la ciudad cercana—[16], una lengua más allá de las lenguas "que solo la literatura puede secretar"[17]
Y Assia resume en las siguientes palabras el itinerario que estas líneas han querido dibujar:
"mi francés, forrado con el terciopelo, pero también con las espinas de las lenguas ocultadas de antaño, quizá cicatrizará mis heridas de la memoria".
Nota biográfica
Assia Djebar, cuyas obras han sido traducidas a la mayoría de las lenguas europeas, está considerada como una de las grandes escritoras del Magreb. Es autora de más de quince títulos, varios premiados en diversos países. Han sido editadas en español y catalán, y en ocasiones reeditadas, las obras más representativas de su etapa de madurez: El amor la fantasía (1990), Premio de la amistad franco-árabe; Lejos de Medina (1993); Sombra sultana (1995), Ombra sultana (2002), Premio Liberatur de Fráncfort a la mejor novela de mujer; Grande es la prisión (1997), El blanco de Argelia (1998), International Literary Neustadt Prize; Dones de Alger en les seves estances (2002); Las noches de Estrasburgo y Les nits d'Estrasburg (2002), Premio de Ensayo en Alemania y Premio Internacional de Palmi en Italia (1998). Ha realizado y dirigido dos largometrajes, La Nouba des femmes du mont Chenoua (1978), Premio de la Crítica de la Bienal de Venecia de 1979 y La Zerda des chants de l'oublie (1982), Premio a la mejor película histórica del Festival de Berlín de 1983.
En 2000 recibió el Premio de la Paz de Fráncfort. Desde 1999 es miembro de la real Academia de Bélgica y desde 2005, de la Academia Francesa.
(más información www.assiadjebar.net)
Inmaculada Jiménez Morell es editora de ediciones del oriente y del mediterráneo. Comparte su labor editorial con la traducción literaria. Ha traducido, entre otros autores magrebíes de expresión francesa, a Assia Djebar (El amor, la fantasía, Sombra sultana, Grande es la prisión, y El blanco de Argelia); Fátima Mernissi (Marruecos a través de sus mujeres, Miedo a la modernidad: Islam y democracia, El harén político. El Profeta y las mujeres…), Dris Chraibi, Abdellatif Laabi…
Es autora de La prensa femenina en España. Desde sus orígenes a 1868 (Premio Nacional María Espinosa, 1983; ediciones de la Torre, 1992) y "Alejandrinas", en Biblioteca Alejandrina: Homenaje a la memoria, apuesta por el futuro (Biblioteca Nacional, 2003).


[1] Pseudónimo literario de Fatma Zohra Imalayen.
[2] En la actualidad, de los 40 miembros de la Academia francesa 4 son mujeres (3 de los 46 que componen la española). La primera en atravesar la puerta para ocupar un sillón de tan docta institución fue Marguerite Yourcenar, en el año 1980. Dos años antes, Carmen Conde hacía lo propio en la Academia española. Más de un siglo costó a las mujeres tener una presencia —que podríamos calificar de testimonial— en tan alta institución. Ya a mediados del siglo XIX, Gertrudis Gómez de Avellaneda, una de las primeras escritoras españolas que pretendió ser admitida, se lamentaba así de su fracaso: "Como desgraciadamente la mayor potencia intelectual no alcanza a hacer brotar de la parte inferior del rostro humano esa exhuberancia animal que requiere el filo de la navaja, ella ha venido a ser la única e insuperable distinción de los literatos varones, quienes —viéndose despojados día a día de otras prerrogativas que reputaban exclusivamente suyas— se aferran a aquella con todas sus fuerzas de sexo fuerte, haciéndola prudentísimamente el sine qua non de las académicas glorias". Véase GÓMEZ de AVELLANEDA, Gertrudis, "La mujer considerada particularmente en su capacidad científica, artística y literaria", Álbum Cubano de lo Bello y lo Bueno, en Obras literarias de la srta… Colección Completa, Madrid, Imprenta Rivadeneira, 1871.
[3] Discurso pronunciado en sesión pública, con motivo de su entrada en la Academia, París, Palacio del Instituto, jueves, 22 de junio de 2006.
[4] Ediciones del oriente y del mediterráneo, Guadarrama, 1998.
[5] Vid cf. nota 3.
[6] El amor, la fantasía, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1990, p. 11
[7] Grande es la prisión, Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1997, pp. 345-347.
[8] Discurso pronunciado con motivo de la entrega del Premio de la Paz de los libreros y editores alemanes, Fráncfort, octubre de 2000.
[9] Sombra sultana, Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1995.
[10] La nuba de las mujeres del monte Chenua, Premio de la Crítica en la Bienal de Venecia de 1979.
[11] La zerba o las canciones del olvido, Premio a la mejor película histórica en el Festival de Berlín de 1983.
[12] Grande es la prisión, op. cit., p. 222
[13] Ibídem, "Mujer arable 1", p. 223.
[14] Véase cf. nota 3.
[15] El largometraje La nouba des femmes du mont Chenoua, que había sido seleccionado para el Festival de Cine de Cartago, tras su primera proyección en Argel, que produjo un verdadero revuelo, fue retirada de la competición a raíz de las presiones procedentes de Argelia. Los críticos extranjeros protestaron, reclamando una nueva proyección (Véase, CALLE-GRUBER, Mireille, "Cronología", Assia Djebar, adpf, París, 2006).
[16] Su madre, Bahia Sahraoui, era originaria de la tribu de los Berkani de las montañas de Dahra. La ciudad a la que alude es Cherchell, antigua Cesarea, capital de la Mauritania romana.
[17] Assia Djebar, op. cit.

 
INTERESANTE ENTREVISTA A CLARA JANÉS, DIRECTORA DE NUESTRA COLECCIÓN DE POESÍA, CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DE SU LIBRO "GUARDAR LA CASA Y CERRAR LA BOCA", UN ESTUDIO SOBRE LAS MUJERES EN LA LITERATURA.


EL PAÍS, 22 DE DICIEMBRE DE 2014 - OBITUARIO

Radwa Ashur, autora de la trilogía ‘Granada’

Prestigiosa escritora egipcia, fue además crítica literaria, traductora y profesora universitaria
Luz Gómez García



El pasado 30 de noviembre fallecía la novelista egipcia Radwa Ashur (nacida en 1946), un día después de que un juez de El Cairo desestimara los cargos contra el ex presidente Hosni Mubarak. En la presentación de su último libro, Más fuerte que Radwa (2013), Ashur, con la franqueza que la caracterizaba, dijo que al menos el cáncer le había dado una tregua para ver caer al dictador. Su lucha política y contra la enfermedad venían de lejos, y convergieron con cierto aire de despedida en este libro autobiográfico.

Más fuerte que Radwa es un título que alude a la idea de “mover montañas” (Radwa es un monte de Arabia), y en buena medida define el carácter de una amplia generación de escritoras árabes formadas en las universidades de finales de los sesenta: narradoras como la libanesa Hanan al-Shaykh, la iraquí Alia Mamduh o la argelina Ahlam Mosteghanemi. Radwa Ashur estudió Filología Inglesa en la Universidad de El Cairo, y se doctoró en crítica literaria en la Universidad de Massachussets. Su trabajo sobre Blake y Gibrán inauguró los estudios de literatura comparada en el mundo árabe, si bien Ashur se dedicó además a sistematizar la aportación de las autoras árabes a la modernidad literaria a través del vasto proyecto enciclopédico Escritoras Árabes 1873-1999, del que fue coeditora.

Casada con el escritor palestino Murid Barguti (autor de la conocida obra He visto Ramala, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2002), juntos batallaron contra las arbitrariedades de una legislación que durante diecisiete años impidió a Murid residir en Egipto y negó la nacionalidad al hijo de ambos, el hoy poeta Tamim Barghouti, pues solo se reconoce por vía paterna.

Crítica literaria, traductora y profesora, Radwa Ashur se convirtió en una novelista unánimemente reconocida en el mundo árabe tras la publicación de la primera parte de la trilogía Granada, que obtuvo el premio al Libro del Año 1994 en la Feria del Libro de El Cairo, el principal acontecimiento literario árabe antes de que los petrodólares desembarcaran en la cultura. En un país distinto del nuestro, la publicación de Granada (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2000) habría sido un acontecimiento. No fue así. Apenas se vendieron dos ediciones. En Granada Ashur novela el destino de una familia morisca e imagina una convivencia simbiótica entre culturas que no pudo ser. Algunos críticos han querido ver en ello una metáfora de la Palestina actual, lo cual la autora negaba como intención principal, pero no rechazaba. Sobre el sentido del libro dijo: “Granada es el relato del oprimido; el simple hecho de sobrevivir se convierte en una lucha heroica en un mundo hostil en el que historias enteras corren el riesgo de ser borradas”. En el Hay Festival de Granada de 2008 tuvo la oportunidad de explicar lo mucho que le molestaba “la lógica de Las mil y una noches” con que la crítica y el público occidentales se enfrentan a la literatura árabe.

A pesar de haber publicado trece novelas y libros de relatos, haber sido traducida a numerosas lenguas y haber ganado premios internacionales (como el Constantine Cavafy Prize for Literature en 2007 y el Sultan Owais Award de narrativa en 2012), Radwa Ashur decía que “seguía consultando con la almohada” si realmente era una escritora. Tal vez porque el suyo es un caso poco frecuente de perfecta armonía de novelista y profesora. Los estudiantes de filología de la universidad cairota de Ayn Shams, donde siempre dio clase, la temían tanto como la veneraban, pues su exigencia era idéntica a la entrega que ponía. En igual medida luchó en defensa de la autonomía universitaria: fue cofundadora del Movimiento 9 de Marzo, que logró tras años de pleitos que en 2010 el Tribunal Supremo egipcio declarara ilegal la presencia de la policía en los campus.

Luz Gómez es profesora de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid.


El pasado 20 de noviembre tuvo lugar la presentación de Caña, de Jean Toomer, y Cuando Harlem estaba de moda, de David Levering Lewis, en la sala Valle Inclán del Círculo de Bellas Artes de Madrid, a cargo de David L. Lewis, Ray Loriga, Mireia Sentís y José Luis Gallero. Ofrecemos algunas imágenes del acto.




 
 
Cairo blues despierta el interés de la crítica 
“Por sus emociones, el cómic es adecuado para el buen periodismo”

Pino Creanza presenta en España 'Cairo blues', un tebeo que fusiona poesía y reporterismo para narrar el presente de Egipto
El 'Game over' de Mubarak en viñetasÁngel Luis Sucasas Madrid 28 ABR 2014 -EL PAÍS
 
La caída de Mubarak en viñetas según el 'Cairo blues' de Pino Creanza.
 
A doble página en splash. El caos urbano de El Cairo en todo su esplendor. Un río automovilístico de muchos meandros y el paisaje de la metrópoli salpicado de logotipos del Hilton, DHL o Zabado. Sobre una miniatura de un taxi, dos bocadillos: "Ana min Italiya"; "Ah, Italiya! Pizza, maffia, Birlusconi". El que iba en el taxi, italiano evidentemente, era Pino Creanza (Altamura, 1958), ingeniero y autor de tebeos que ha saltado a la novela gráfica con Cairo blues (Oriente y Mediterraneo, 2014), un cómic entre el reportaje y la poesía en viñetas que describe cuál es el presente de Egipto y cómo se ha llegado a él. Que el formato sea el tebeo nace de la convicción de este autor en el potencial de este medio: "Pienso que el cómic es adecuado para hacer buen periodismo por la implicación emocional que consigue con el lector".
Creanza es sin embargo modesto al valorar lo que ha conseguido en Cairo blues. Para él, el verdadero periodismo en viñetas tiene un héroe claro: Joe Sacco. "Él vive todas las experiencias que cuenta, como un corresponsal. Yo no he vivido todo lo que cuento. Me he documentado". Pero ha sido una documentación muy exhaustiva para plantear una estructura ambiciosa que mezcla todos los géneros periodísticos: desde el reportaje clásico con pinceladas subjetivas hasta las numerosas entrevistas que salpican el conjunto. A veces, estas no han sido realizadas por Creanza, como en su recreación en 16 viñetas de los 4 minutos 36 segundos con los que la activista Asmaa Mahfuz supo levantar a su país el 18 de enero de 2011. "¡Yo saldré a la calle el 25 de enero y gritaré 'No' a la corrupción, 'No' a este régimen!", reza el texto de su último bocadillo en el cómic.




El reportero en viñetas se enfrenta a desafíos semejantes al tradicional. Está el conseguir y verificar las fuentes, recopilar el material de investigación y también uno de los quid de la cuestión periodística, sufrir el calvario de la síntesis: "Es un enorme esfuerzo. Resumir en cuatro páginas un episodio de una situación tan rica y compleja". Creanza, consciente de que él no es "un narrador profesional", prefirió abordar el conjunto de la situación con múltiples focos, como si de un cuadernillo especial de revista se tratara, en el que caben temas más amplios, el seguimiento de cómo se gestó la revolución política y la brutal represión contra ella, a más curiosos, como el himen de plástico, el remedio para fingir la virginidad prematrimonial que se exige a la mujer y que levantó una gran polvareda política y religiosa. Eso sí, Creanza no deja nunca de romper una lanza por esta vía alternativa para el reportero: "Un artículo es probable que, si lo lees entero, solo lo leas una vez. Mientras que en un cómic vuelves a las imágenes, descubres nuevos detalles que te invitan a repasar otra vez la historia".
Cairo blues —así se titula tanto por una canción homónima del grupo Radiodervish como por el hecho de que el blues hunde sus raíces en África y es, como El Cairo, "triste y vital a un tiempo"— trata de contar hasta con su estilo, en el que otra vez aparece la humildad (y el sentido de la práctica) de Creanza. Sin carrera de Bellas Artes o experiencia profesional en el tebeo, el creador italiano se inventó su propia técnica: coger una fotografía, pasarla a un programa de retoque digital tipo Photoshop y comenzar a dibujar (digitalmente) sobre ella. "Es algo que le digo siempre a los jóvenes que no se animan porque no saben dibujar. No hace falta ser un artista, solo querer contar una historia".


La viñeta de Moebius que fascinó a Pino Creanza, autor de 'Cairo Blues'.
 
El usar fotografías le permite al historietista escarbar en otra de sus obsesiones: el detallismo. "Amo el detalle. Sobre todo la arquitectura urbana de los paisajes.Trabajar sobre fotografía me lo da todo para que luego pueda decidir qué dejo fuera y qué dentro". Y así por las páginas de Cairo Blues se suceden espectaculares splash (cuando una viñeta ocupa la totalidad o gran parte del espacio de dibujo) en el que se puede sentir El Cairo en toda su extensión o en la más ínfima de sus porciones. Creanza, eso sí, reconoce que le debe mucho a un "padre" creativo. Ese genial doble artista que fue Jean Giraud Moebius. "Hay una viñeta de él que me obsesiona. Te muestra algo muy simple: una figura a caballo y un escenario urbano. Pero dibujado con una extrema minuciosidad. Y es eso precisamente lo que invita a demorarse, a reflexionar, a explicar una situación a partir solo de la imagen".
Pero Creanza no se olvida de que el cómic es un medio expresivo, abstracto, pictórico. El color, un sepia a medio camino entre el tono de las arenas del desierto y el gris del cemento urbano, se convierte a su aliado para transmitir no solo la realidad palpable del Cairo, sino también su espíritu: "El Cairo son contrastes: cálido pero polvoriento; vivaz pero inmemorial... Aunque muchos edificios son nuevos, su mantenimiento no es gran cosa. Los ángulos se inclinan, las fachadas se degradan y todo adquiere este tono entre el sepia y el gris".

Lo curioso en un autor tan volcado en reflejar el aquí y ahora en su trabajo es cómo define el cómic, llegando a afirmar que su esencia es "la poesía". Aunque de su obra no se atreve a tacharla de lírica: "No, tanto como que estoy haciendo poesía, no. Pero sí que me alejo en mi relato de la crónica pura e intento insuflar a mis textos algo de mi subjetividad, de mis emociones, sobre todo ante mi fascinación por El Cairo arquitectónico... A fin de cuentas la poesía es transmitir el sentimiento de una vivencia". Página 27 de Cairo blues: De fondo, la silueta de un barco con su vela al tercio y su pareja de tripulantes. Sobre ella, un poema. Título: El sol de sobretarde. Primeros versos: "El sol postrero de la tarde/ Dora las hojas de las palmeras, oh Nilo./ Y deja un reflejo de belleza soñada en tu piel".
EL PERIÓDICO - Jueves, 17 de abril del 2014 CATALINA GAYà



Gente corriente

Pino Creanza: «Tomé fotos y apuntes porque lo necesitaba»

Cuando era joven quería cambiar el mundo. Ahora aspira a comprenderlo

Acaba de publicar su primer libro, 'Cairo Blues'.


Pino Creanza llega a Barcelona para presentar su primer libro, Cairo Blues, un cómic que tiene su origen en la curiosidad del ser humano, en la necesidad de comprender la realidad. Lo han traducido al árabe, al francés, al castellano y al inglés. Siempre, editoriales pequeñas e independientes que apuestan por miradas frescas y diferentes.

-Es italiano, ingeniero de formación y en Cairo Blues explica el contexto de la revolución egipcia.

-Fui a Egipto para trabajar como ingeniero. Visitaba fábricas en la periferia, pero en el tiempo libre visitaba El Cairo. Durante ese viaje acumulé material sobre el urbanismo y sobre la vida de la gente de los barrios. No estuve en Egipto cuando empezó el movimiento en la plaza de Tahir. Lo viví como testigo indirecto.

-Sin embargo, en la segunda parte del libro dibuja el anhelo de los activistas.

-Pedí permiso a periodistas, a blogueros egipcios y fotorreporteros para utilizar su material. Me interesaba mostrar el contexto, una vida que es parecida a la nuestra, y también retratar a esas mujeres y hombres que, entre enero y febrero del 2011, tomaron las calles para cambiar las cosas.

-¿Y durante su viaje ya se intuía lo que pasaría luego?

-No. Los egipcios hablaban de la corrupción y, claro, ese es el sustrato de lo que ocurrió luego. La gente se quejaba de que se empezaban proyectos faraónicos y de que no se invertía dinero en mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Se notaba el descontento. Le pongo un ejemplo: decían que estaban rehaciendo el pavimento y que eso lo hacían cada dos o tres años porque la fábrica de material pertenecía a la familia de Mubarak. Hasta los emprendedores se lamentaban de que el sistema económico estuviera controlado.

-Eso lo explica en el libro. ¿Cómo se le ocurre visitar la Ciudad de los Muertos, donde se hacinan los traperos?

-Sí. Cuando fui a Egipto, conocí a italianos que trabajaban ahí y que no conocían nada, no convivían con los egipcios y ninguno hablaba árabe. Si yo hubiese vivido seis meses en El Cairo, habría aprendido algo de árabe.

-Eso es lo que le mueve para salir del circuito de lo establecido.

-No sé. Me tocó y me fascinó la realidad. No puedo explicarle un motivo concreto. Quizá porque de pequeño leí Las mil y una noches. [Ríe] Supongo que soy curioso y que tengo un interés político por el mundo. Cuando era joven quería cambiarlo; ahora, como mínimo, quiero comprenderlo. La curiosidad te puede llevar a descubrir cosas que ni las personas locales conocen.

-El Nilómetro de Roda, que también aparece en Cairo Blues. ¿Imaginaba que su vivencia sería un libro?

-No. Yo tomé fotos y apuntes porque lo necesitaba. Todo era tan nuevo y tan intenso que necesitaba alargar la experiencia. Quería documentarme y entender un poco mejor la realidad de lo que estaba viendo. Egipto es un país tan lejano y, al mismo tiempo, tan cercano...

-Ya lo han traducido a cuatro idiomas.

-Empecé a publicar las historias de Cairo Blues en una revista que después cerró. Una asociación cultural me propuso que hiciera una exposición en un festival del Mediterráneo, en Ancona. Luego, una editorial en Italia me propuso que escribiera un libro. Por sorpresa, Ricardo Zanini, de Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, me contactó y lo publicamos en España. Lo mismo me pasó con una una pequeña editorial en Francia y con un editor libanés…

-¿Saldrá en árabe?

-Ya lo han editado, pero falta distribuirlo. Estamos preparando un e-book en inglés. Al fin ha salido bien.
 
EL EGIPTO JAMÁS CONTADO
Alexandra Dumitrascu entrevista a Pino Creanza (Revista Atalayar. Entre dos orillas)
 
 
Imágenes de la presentación de Cairo blues
en Casa árabe
 
Basel Ramsis, Nuria Medina, Pino Creanza y Bárbara Azaola.
 
Basel Ramsis, Riccardo Zanini —director de la colección Azulejos—, Pino Creanza y Bárbara Azaola en otro momento
de la presentación de Cairo blues en Casa Árabe.
 
 
Cairo blues en Valencia en la librería Dadá del MuVIM, el Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat, en Madrid, en Casa Árabe, y en el Istituto Italiano di Cultura de Barcelona








El próximo sábado, 5 de abril, en el MuVIM, en el marco del Espai Mediterrani, y con la colaboración de la Librería Dadá, que acoge una muestra de nuestro catálogo, con el título "De País de Arena a Cairo blues" presentaremos nuestra primera introducción en el mundo de la novela gráfica desde aquel lejano País de arena con que iniciamos nuestra andadura hace ya 25 años.
 


El lunes, 7 de abril, a las 19.00, presentaremos Cairo blues en Madrid, en Casa Árabe, en presencia del autor, Pino Creanza, de Bárbara Azaola y del realizador egipcio Basel Ramsis. Se hablará de novela gráfica, pero también de ese magistral relato que el autor hace de El Cairo durante los días de la revuelta contra Mubarak.
El martes, 8 de abril, a las 19.00, es el Istituto Italiano di Cultura de Barcelona el que acogerá un coloquio entre Riccardo Zanini, director de la colección azulejos, que se inicia precisamente con Cairo blues, y Pino Creanza, acompañados por sus editores.
 
 
 Aída, responsable del Espai Contrabandos, Pino Creanza y Riccardo Zanini brindan por el éxito de la presentación en Barcelona.
 
 

 
BDS por Palestina se presenta
 
en el Espai Contrabandos de Barcelona el 10 de abril, con la participación de Luz Gómez, coordinadora del libro y profesora de Estudios árabes (UAM), de David Fernàndez diputado de Candidatura d’Unitat Popular (CUT-AE) y Aitor Hernández Carr, profesor de Ciencias Políticas (UB).
 
Vista del Espai Contrabandos poco antes de dar inicio la presentación.
 
Y en la librería Enclave de Libros, de Madrid, el 24 de abril a las 19.30, con la participación de Luz Gómez, coordinadora del Libro, Carlos Varea y Héctor Grad, todos ellos profesores de la Universidad Autónoma de Madrid.
En torno a este libro y a la campaña BDS de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra la ocupación ilegal de territorios y el apartheid hacia la población palestina ejercidos por el Estado de Israel, tendrán lugar diversos actos de los que podrá encontrarse información en nuestra página de facebook o en la página de la campaña BDS
 
 

ABRE EL ESPAI CONTRABANDOS DE BARCELONA
 
 
 
 
Espai Contrabandos es un espacio dedicado a la edición independiente y el libro político situado en el centro de Barcelona donde pueden encontrarse los libros de pensamiento político de las editoriales asociadas a Contrabandos y muchas cosas más: presentaciones, grupos de lectura, itinerarios de lectura, espacio de descanso y lectura… Empleamos el término "político" en un sentido amplio, más allá de las instituciones y los partidos, entendido como pensamiento crítico, lo personal con lo que convivimos en nuestra cotidianidad

Unas pocas fotografías tomadas el día de la inauguración os darán una idea de cómo es y qué es el Espai Contrabandos.




Y tampoco faltaron unos sabrosos pinchitos…
Si queréis estar al corriente de sus actividades: Espai Contrabandos
 
 
 
CONTRABANDOS surge de la unión de distintos proyectos editoriales independientes de libros críticos y políticos. Nos unimos para trabajar juntos, apoyarnos mutuamente y amplificar debates e ideas clave.
Os animamos a seguir nuestra web y nuestras iniciativas.

El superviviente y el exiliado

Stéphane Hessel / Elias Sanbar

Ed. del Oriente y del Mediterráneo. 189 páginas, 12 euros
MIGUEL CANO | 14/06/2013 | EL CULTURAL  Edición impresa

Sigue espigándose la obra escrita del resistente Stéphane Hessel, recientemente fallecido y al que el éxito le llegó ya nonagenario con aquel panfleto que bautizó a toda una generación de nuevos rebeldes: ¡Indignaos! (Destino, 2011). En esta ocasión nos encontramos ante una extensa conversación a propósito del conflicto palestino-israelí con el escritor y representante de Palestina en la Unesco Elias Sambar. Pero el asunto del diálogo, al inbricarse con tanta pasión en las biografía de los interlocutores, acaba dibujando también sus respectivas peripecias biográficas.

Y es que Hessel se comprometió en un principio con la creación del estado de Israel, justa compensación a la tragedia de la Shoáh. Pero con el tiempo fue la llamada Nakba con la que los palestinos bautizaron lo ocurrido a partir de 1948 -las grandes expulsiones de población y los campos de refugiados- la que atenazó la conciencia del antaño miembro de la Resistencia francesa casado además con la fervientea propalestina Christiane. La conversación llena seis siglos de historia, hasta la actualidad pasando por la Guerra de los Seis Días. Y la pregunta final: “¿La paz es posible? ¿Quién sabe? Quizá algún día los demócratas árabes y los de Israel se unirán contra sus respectivos régimenes”. 
 

Con motivo de la aparición de su nuevo disco Songs of the Metropolis, la revista Cool publica una entrevista con el conocido escritor y músico Gilad Atzmon:



INTERESANTE CRÍTICA DE JOSÉ CRUZ CABRERIZO
EN LA REVISTA DIGITAL NARRATIVAS 
DE LA NOVELA A ESCONDIDAS
DE SONALLAH IBRAHIM





Conversación en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona entre Margarida Castells y Salvador Peña sobre la traducción de As-siratan, del escritor kurdo Salim Barakat, al catalán por Dolors Cinca y al castellano por Salvador Peña, el martes 5 de marzo a las 19.00.

Conversa al Centre de Cultura Contemporània de Barcelona a càrrec de Margarida Castells i Salvador Peña sobre la traducció d'As-siratan, de l'escriptor kurd Salim Barakat, en català per Dolors Cinca i al castellà per Salvador Peña, el dia 5 de març a les 19 h.

El gran escritor turco, Yasar Kemal, falleció a la edad de 92 años en Estambul el 28 de febrero.

Para mayor información, pincha en este enlace con nuestro blog

 
Nuestro catálogo, en el que figuran Calor amarillo, una recopilación de sus cuentos, y Si aplastaran la serpiente, se enriquecerá en breve con una recopilacion de su obra poética: La primavera ha venido



PRESENTACIÓN DE "VINO" EN CASA ÁRABE
El 11 de febrero de 2015, en Casa Árabe, acompañado por Antonio Gamoneda, Clara Janés, Federico Arbós y Eduardo López Busquets,
Mohammed Bennis presentó su poemario Vino.





HA MUERTO ASSIA DJEBAR
Reproducimos a continuación un texto publicado por su traductora y editora con motivo del nombramiento de la escritora argelina como miembro de la Academia Francesa:


LA LENGUA DEL ENEMIGO

El 22 de junio de 2006 Assia Djebar[1] tomó posesión del sillón 5 de la Academia Francesa, un acto poco usual en las Academias, como su larga historia se obstina en demostrarnos [2].
Pero si inusual es que una mujer ocupe uno de sus sillones, más sorprendente es si cabe que quien lo ocupe sea una "antigua colonizada". Assia Djebar es la primera persona de origen magrebí que accede a la Academia.
"Recuerdo que el año pasado, en junio de 2005, el día en que me eligieron ustedes a su Academia, respondí a los periodistas que buscaban mi reacción que estaba contenta por la francofonía del Magreb. Se imponía la sobriedad, pues tenía la sensación casi física de que sus puertas se abrían no solo para mí y mis libros, sino para las sombras todavía vivas de mis compañeros —escritores, periodistas, intelectuales, mujeres y hombres de Argelia que en la década de los noventa pagaron con su vida el hecho de escribir, exponer sus ideas o, sencillamente, enseñar… en francés".[3]
Sombras vivas que convoca en El blanco de Argelia[4], porque el blanco es el color del luto para los musulmanes… Por sus páginas desfilan como en una procesión ritual esos "queridos desaparecidos", abatidos por los cuchillos o las balas de la intransigencia: a tres de ellos, Tahar Djaout –escritor, periodista y crítico literario—, Youssef Sebti —sociólogo— y Abdelkáder Alloula —uno de los más populares dramaturgos argelinos— dedicó años antes el Premio de la Paz que, en el año 2002, le otorgó la Asociación de Editores y Libreros alemanes.
Este nombramiento podría no ser más que una anécdota, desde luego una anécdota importante en la vida de una escritora, si no fuera por el hecho de que la ambigua / dolorosa relación con la lengua francesa, lengua del enemigo, del colonizador ha sido y sigue siendo la esencia misma de su escritura desde sus primeras obras.
Una escritura que a lo largo de sus más de cuarenta años de actividad literaria ha ido tejiendo en difícil arabesco esa lengua del Otro con las del origen: el bereber de sus abuelas y el árabe, salpicado de bereber y con melodía andalusí, de su madre: "el sonido del origen fermentó en el propio corazón del francés"[5]
COMO SI FUERA UN CHICO
La relación de Assia Djebar con la lengua del colonizador se inicia a una edad temprana. Y es precisamente su padre —la persona que debía vigilar su entrada en el gineceo para salvaguardar su honor— quien le abre la puerta —real y simbólica— al conocimiento, a la libertad:
"Chiquilla árabe que va por primera vez a la escuela, una mañana de otoño, de la mano de su padre. Este, cabeza tocada con fez, la silueta alta y erguida dentro del traje europeo, lleva una cartera y es maestro en la escuela francesa. Chiquilla árabe en un pueblo del Sahel argelino"[6].
Aún me producen emoción estas palabras recogidas en las páginas del primer libro que traduje de Assia. Esa chiquilla me tendió la mano y caminé junto a ella recorriendo las páginas de la historia dolorida de su país. El viaje duró cuatro libros. Pero es en este cuando se produjo la fascinación.
Ese gesto paterno: tomar de la mano a su hija mayor y encaminarla hacia la escuela —algo tan trivial en nuestros días— se revela gesto revolucionario, fundador.

 

"No recuerdo nada de la sesión del fotógrafo de escuela; al menos de la primera fotografía en que aparezco, precisamente en esa clase de chicos.
La miro ahora, tantísimos años después.(…)
Me pusieron en medio de la primera fila: una chiquilla de frente abombada, pelo negro corto y de mirada sin duda resuelta, pero que no sé cómo definir. En la pizarrita que sostiene un chico sentado está escrita la fecha del año escolar en tiza: 1940. (…)
Recrear el momento de posar: mi padre hizo que se sentaran afuera, delante de la puerta, todos sus alumnos: los más pequeños y más bajos, delante, sentados en dos filas, lo mayores detrás, de pie. Debió de pasar revista al estado de sus indumentarias, para que no parecieran tan flacos. A continuación se colocó a un lado: todos están listos para la foto.
¿Y yo? Debía de estar esperando, dócil y silenciosa, un poco apartada, a un lado. Era la primera vez: nadie me había explicado el ritual de la foto de clase. De repente… ¿Qué impulso de repente arrastró a mi padre? Me miró. Me vio sola, esperando, e intimidada, como de costumbre. ¿Qué le pasó? ¿Una repentina ternura? ¿Un sentimiento vago de injusticia al verme sola, separada de aquellos niños, como excluida? Por un instante olvidó que era una niña, y por lo tanto un ser aparte para sus alumnos… Vino a buscarme y me cogió de la mano; mandó retroceder a los niños de la primera fila y me sentó en el centro, frente al fotógrafo… Volvió a su sitio de maestro vigilante. Y entonces yo, como presidiendo: inesperada reina entre futuros guerreros. Presidiendo y sin saberlo.
Para el maestro, ahora todo está en su sitio, justo antes del disparo, se estira y espera junto a los que instruye. Posa para los demás —para todo el pueblo, incluida la pequeña sociedad colonial a la que insolentemente provoca con su orgullo y sus reivindicaciones igualitarias. Posa orgulloso junto con los cuarenta chicos que educa, y no solo en el aprendizaje del francés, y orgulloso también de su hija mayor —es una niña, bueno y qué—, y la ha colocado en el centro.
Ahí se queda la chiquilla, con el torso ligeramente inclinado hacia delante, la cara tensa y con una mirada seria que no corresponde a su edad —cuatro años, tanto como decir cuarenta dentro de nada. Se da cuenta, pero muy confusamente, de que desentona: en otros sitios esto no debe de pasar, colocar a una chiquilla completamente sola en medio de cuarenta niños, y además mayores. No sabe que los intimida; los percibe como una presencia única, respetuosa, pero desconfiada, por no decir hostil. Su padre, a un lado, espera, como todos, el disparo.
Fue la primera fotografía que me hicieron. Un día de clase en los comienzos de la guerra mundial en un pueblo del Sahel argelino[7].

ÚNICA Y PRIMERA

La fotografía me habla desde la distancia en el tiempo e ilumina con otro matiz su escritura. La pequeña Fatna es la única niña en el nutrido grupo de chiquillos que asisten a la escuela donde es maestro su padre. Única. Primer desgarro.
De modo que Fatma/Assia es una niña como las demás —niña entre las mujeres de la casa, va al hamman, asiste a bodas con su madre, sus tías y sus primas, aprende a bailar al ritmo de las palmas que acompañan la música en las fiestas de mujeres—, y no lo es. Cuando llegue la edad núbil no se velará como la mayoría de sus iguales, es más, vivirá alejada de la familia, interna en una ciudad de provincias, Blida, donde estudia bachillerato en la rama de lenguas clásicas. También aquí será la única musulmana de su clase, las otras argelinas, unas veinte, a las que llaman "indígenas", pertenecen a la sección de modernas.
A aquel primer desgarro vivido por todos los magrebíes escolarizados por Francia en sus colonias —sonrisa irónica y condescendiente cuando rememoran y relatan los años en que estudiaban las hazañas de "sus" antepasados galos— se suma la separación física de la familia: sentimiento ambiguo. A la libertad de gozar plenamente de sus horas de estudio y amistad con muchachas de procedencia diversa, al placer de embelesarse con las lecturas de los grandes escritores… franceses, se contrapone el sentimiento de desarraigo: ágrafa en su lengua de origen, distanciada de sus iguales, con las que se reúne durante el periodo vacacional. Pera ya no es lo mismo.
El francés, ese idioma del "enemigo", va abriéndole el camino que la conducirá a París, donde estudia historia en la Escuela Normal Superior. También allí será la primera argelina que se inscriba. Única y primera. Parece un signo.

EL COMPROMISO

En los convulsos años cincuenta (la guerra de Argelia comienza en 1954), Fatna se aparta del estudio, participa en la huelga de estudiantes argelinos en París de mayo-junio de 1956, y no se examina: suena la hora de la independencia y decide tomar parte activa en ella. Escribe y publica. Con La soif (La sed), que escribe en dos meses y que se traduce enseguida con enorme éxito en Estados Unidos, inicia su carrera literaria, adoptando ya el pseudónimo de Assia Djebar. En 1958 continúa con el boicot a los exámenes y se ve obligada por la dirección a abandonar la Escuela. Se traslada a Túnez donde colabora con Frantz Fanon en el Moudjahid, órgano de prensa del clandestino FLN (Frente de Liberación Nacional), y visita los campos de refugiados de argelinos en la frontera entre Túnez y Argelia. Durante tres años, da clase de historia moderna del Magreb en Rabat. En 1962, regresa a Argel en los primeros días de la independencia. En septiembre de ese año, es nombrada profesora de historia —también la única—. En 1964, tras el golpe de Estado de Bumedian y la política de arabización, que obliga a impartir las clases en árabe, pide la excedencia y regresa a París.
 
ESCRITURA Y MOVIMIENTO

Desde aquella mañana de otoño en que su padre la llevó de la mano a la escuela no ha dejado de moverse. Porque para Assia escritura y movimiento están íntimamente ligados. Así lo recordó más de tres décadas después, cuando en el año 2000 recibió el Premio de la Paz que otorgan los libreros y editores alemanes: "no habría iniciado con ardor mi carrera literaria (y esto puede sorprender) si no me hubiera gustado recorrer anónimamente las calles de las ciudades, curiosa, como si fuera un chico (subrayado mío), y aún hoy como una simple paseante. La libertad de moverse y desplazarse. Esta es para mí la primera de las libertades"[8].
Palabras pronunciadas ocho años después de que se iniciaran los nuevos "sucesos" de Argelia, la guerra sucia, soterrada, no reconocida, que ensangrentó el país y que tuvo como uno de sus blancos preferido a las mujeres que se "movían" fuera de su esfera, es decir, de las cuatro paredes de su casa. Ni el velo islámico sirvió en muchos casos de freno.
"¡Ay, hermana mía, tengo miedo, yo que creí despertarte. Tengo miedo de que las dos, las tres, todas —salvo las paridoras, las madres guardianas, las abuelas necrófagas— nos volvamos a encontrar atadas en ‘este occidente de Oriente’, en este lugar de la tierra donde brilló para nosotras con tal lentitud la aurora, que ya, por todas partes, nos cerca el crepúsculo".[9]
Con este párrafo premonitorio pone fin en 1986 a Sombra sultana, la segunda entrega de su quator argelino —inmenso fresco que inicia El amor, la fantasía y se continúa con Grande es la prisión— y que es ya escritura de madurez: biografía personal y "biografía" del país, historia con mayúscula e historia de las gentes sin historia, de las mujeres en suma, se entrelazan, como la historia de Hayila e Isma, la una sultana, sombra la otra. Sherezad y Duniazad.

¡ACCIÓN!

De 1967 hasta 1980 su pluma deja de correr. Silencio de más de diez años, durante los que se va gestando esa escritura de madurez en la que expresará con lengua propia todas sus heridas.
Pero la gestación no es muda. Vuelve al origen, a la caverna que le devuelve los sonidos de la lengua materna, terciopelo y espinas. Lengua de amor, ternura sororal, calor del gineceo. Memoria.
Y de esa búsqueda, de ese deseo, quizá, de recuperar su voz dormida, nacen sus dos largometrajes, saludados por la crítica, La Nouba des femmes du mont Chenoua[10] y La Zerda des chants de l'oubli[11].





"Dije: ‘acción’. La emoción me embargó. Como si, conmigo, todos los harenes hubieran susurrado: ‘acción’[12].
Acción, sinónimo de movimiento. ¡Muévete, camina, actúa! Y la cámara va escribiendo las palabras, las frases que habitarán las páginas de Grande es la prisión:
"Cuerpo hembra velado enteramente con una sábana blanca, el rostro enteramente oculto, solo se deja libre un agujero para el ojo. (…) Esa imagen —realidad de mi infancia, de la de mi madre y de mis tías, de mis primas a veces de mi misma edad, ese escándalo que de niña viví como norma— está aquí, surge en el inicio de esta búsqueda: silueta única de mujer, reuniendo en los faldones de la sábana-mortaja los aproximadamente quinientos millones de segregadas del mundo islámico"[13].

EXILIO

Tras ese paréntesis: "Yo habría podido ser, a finales de los años 70, cineasta de lengua árabe a la vez que novelista francohablante"[14]… Pero no fue así: las estructuras asfixiantes de la cinematografía de Estado de su país la disuadieron[15]. Y recobra la escritura, que ya no abandonará nunca. Se instala en ella, como en un territorio propio, en un cuarto propio.
Fuera ya de Argelia, desde su exilio (¿es la palabra adecuada?) voluntario en París o Nueva York, camina y escribe; escribe y camina, como en aquellos inicios apasionados de su carrera, como si fuera un chico. El francés aprendido metamorfoseado en francés suyo: ya no se trata de hablar con el otro o como el otro, sino de hablar diferente. Instalada en el margen de la lengua, desentraña sus secretos y cicatriza sus heridas, herencia irrenunciable.
Abre los brazos de su escritura a la historia enterrada de su patria de origen, a la memoria olvidada, da voz a las sin voz, invita a la conquista del afuera, ese espacio que para las mujeres de su "tribu", incluso las de su edad, era agujero negro, vacío lleno de incertidumbre y peligros, espacio ajeno… al que solo se accedía a través de celosías —figura constante en su narrativa, la mirona— y azoteas… O —deprisa, deprisa, pegadas a las paredes, cubiertas de la cabeza a los pies, fija la mirada en el suelo al cruzarse con un extraño y siempre acompañadas por un varón— camino del baño o de la mezquita en las fiestas de guardar. El camino no contaba, solo la meta. Assia camina sin rumbo, sin meta, "mirona", pero afuera: libertad de ver y ser vista, de "desnudar" el cuerpo —desnuda es la palabra que se utiliza para referirse a una mujer que sale fuera de la casa sin velo—.
Escritura en lengua francesa, sí, pero con el oído atento a los sonidos de la lengua materna —a medio camino entre el bereber de las montañas y el árabe de la ciudad cercana—[16], una lengua más allá de las lenguas "que solo la literatura puede secretar"[17].
Y Assia resume en las siguientes palabras el itinerario que estas líneas han querido dibujar:
"mi francés, forrado con el terciopelo, pero también con las espinas de las lenguas ocultadas de antaño, quizá cicatrizará mis heridas de la memoria".
Nota biográfica
Assia Djebar, cuyas obras han sido traducidas a la mayoría de las lenguas europeas, está considerada como una de las grandes escritoras del Magreb. Es autora de más de quince títulos, varios premiados en diversos países. Han sido editadas en español y catalán, y en ocasiones reeditadas, las obras más representativas de su etapa de madurez: El amor la fantasía (1990), Premio de la amistad franco-árabe; Lejos de Medina (1993); Sombra sultana (1995), Ombra sultana (2002), Premio Liberatur de Fráncfort a la mejor novela de mujer; Grande es la prisión (1997), El blanco de Argelia (1998), International Literary Neustadt Prize; Dones de Alger en les seves estances (2002); Las noches de Estrasburgo y Les nits d'Estrasburg (2002), Premio de Ensayo en Alemania y Premio Internacional de Palmi en Italia (1998). Ha realizado y dirigido dos largometrajes, La Nouba des femmes du mont Chenoua (1978), Premio de la Crítica de la Bienal de Venecia de 1979 y La Zerda des chants de l'oublie (1982), Premio a la mejor película histórica del Festival de Berlín de 1983.
En 2000 recibió el Premio de la Paz de Fráncfort. Desde 1999 es miembro de la real Academia de Bélgica y desde 2005, de la Academia Francesa.
(más información www.assiadjebar.net)

Inmaculada Jiménez Morell es editora de ediciones del oriente y del mediterráneo. Comparte su labor editorial con la traducción literaria. Ha traducido, entre otros autores magrebíes de expresión francesa, a Assia Djebar (El amor, la fantasía, Sombra sultana, Grande es la prisión, y El blanco de Argelia); Fátima Mernissi (Marruecos a través de sus mujeres, Miedo a la modernidad: Islam y democracia, El harén político. El Profeta y las mujeres…), Dris Chraibi, Abdellatif Laabi…
Es autora de La prensa femenina en España. Desde sus orígenes a 1868 (Premio Nacional María Espinosa, 1983; ediciones de la Torre, 1992) y "Alejandrinas", en Biblioteca Alejandrina: Homenaje a la memoria, apuesta por el futuro (Biblioteca Nacional, 2003).

[1] Pseudónimo literario de Fatma Zohra Imalayen.
[2] En la actualidad, de los 40 miembros de la Academia francesa 4 son mujeres (3 de los 46 que componen la española). La primera en atravesar la puerta para ocupar un sillón de tan docta institución fue Marguerite Yourcenar, en el año 1980. Dos años antes, Carmen Conde hacía lo propio en la Academia española. Más de un siglo costó a las mujeres tener una presencia —que podríamos calificar de testimonial— en tan alta institución. Ya a mediados del siglo XIX, Gertrudis Gómez de Avellaneda, una de las primeras escritoras españolas que pretendió ser admitida, se lamentaba así de su fracaso: "Como desgraciadamente la mayor potencia intelectual no alcanza a hacer brotar de la parte inferior del rostro humano esa exhuberancia animal que requiere el filo de la navaja, ella ha venido a ser la única e insuperable distinción de los literatos varones, quienes —viéndose despojados día a día de otras prerrogativas que reputaban exclusivamente suyas— se aferran a aquella con todas sus fuerzas de sexo fuerte, haciéndola prudentísimamente el sine qua non de las académicas glorias". Véase GÓMEZ de AVELLANEDA, Gertrudis, "La mujer considerada particularmente en su capacidad científica, artística y literaria", Álbum Cubano de lo Bello y lo Bueno, en Obras literarias de la srta… Colección Completa, Madrid, Imprenta Rivadeneira, 1871.
[3] Discurso pronunciado en sesión pública, con motivo de su entrada en la Academia, París, Palacio del Instituto, jueves, 22 de junio de 2006.
[4] Ediciones del oriente y del mediterráneo, Guadarrama, 1998.
[5] Vid cf. nota 3.
[6] El amor, la fantasía, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1990, p. 11
[7] Grande es la prisión, Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1997, pp. 345-347.
[8] Discurso pronunciado con motivo de la entrega del Premio de la Paz de los libreros y editores alemanes, Fráncfort, octubre de 2000.
[9] Sombra sultana, Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1995.
[10] La nuba de las mujeres del monte Chenua, Premio de la Crítica en la Bienal de Venecia de 1979.
[11] La zerba o las canciones del olvido, Premio a la mejor película histórica en el Festival de Berlín de 1983.
[12] Grande es la prisión, op. cit., p. 222
[13] Ibídem, "Mujer arable 1", p. 223.
[14] Véase cf. nota 3.
[15] El largometraje La nouba des femmes du mont Chenoua, que había sido seleccionado para el Festival de Cine de Cartago, tras su primera proyección en Argel, que produjo un verdadero revuelo, fue retirada de la competición a raíz de las presiones procedentes de Argelia. Los críticos extranjeros protestaron, reclamando una nueva proyección (Véase, CALLE-GRUBER, Mireille, "Cronología", Assia Djebar, adpf, París, 2006).
[16] Su madre, Bahia Sahraoui, era originaria de la tribu de los Berkani de las montañas de Dahra. La ciudad a la que alude es Cherchell, antigua Cesarea, capital de la Mauritania romana.
[17] Assia Djebar, op. cit.
 


IN MEMORIAM
Radwa Ashour (29 de mayo de 1946-30 de noviembre de 2014)

 Ha muerto Radwa Ashour, una de las escritores árabes más conocidas por la calidad de su escritura (El viaje: días de una estudiante egipcia en América, Una piedra caliente, Jadiya y Susan, Candil, Granada, Sombras, Vi las palmeras, Apariciones, Más fuerte que Radwa, Una mujer de Tantura...), pero también por su compromiso con la lucha por la democracia en Egipto y por la liberación de Palestina. Se doctoró en 1975 en la Universidad de Massachussets con una tesis sobre literatura afroamericana y, tras su regreso a El Cairo, fue profesora en el Departamento de Lengua y literatura inglesa de la Universidad de Ain Shams de El Cairo. Cuando Sadat inició el proceso de normalización de relaciones con Israel, no dudó en sumarse al Comité Nacional contra el Sionismo en las Universidades Egipcias y, bajo el régimen de Mubarak, formó parte del Grupo 9 de marzo, que luchó por salvaguardar la autonomía universitaria frente a las crecientes injerencias de aquel régimen.


Además de su considerable obra de ficción, se la considera una de las mejores traductoras del árabe al inglés, como revela su traducción de los poemas de Mourid Barghouti (2008, Midnight and Other Poems), poeta palestino con quien había contraído matrimonio en 1970. Barghouti, como muchos otros palestinos, fue expulsado de Egipto por el régimen de Sadat y obligado, tras haber perdido la posibilidad de regresar a su patria, a un nuevo exilio que se prolongó durante 17 años (sobre su visita a Palestina, treinta años después de su expulsión, escribió un emotivo libro: He visto Ramala). El hijo de ambos, Tamim Barghouti, publicó durante las revueltas de la plaza Tahrir un poema (Oh, Egipto está cerrado) que se convirtió en un símbolo para las nuevas generaciones.


En homenaje a Radwa incluimos a continuación la "Carta a Europa", que escribió en septiembre de 2003 en respuesta a la guerra de Irak y al foso creciente que iba abriéndose entre los pueblos árabes y el denominado bloque occidental.




Carta a Europa

Comenzaré por plantear algunas consideraciones que tal vez contribuyan a perfilar el sentido de esta carta.
La primera de ellas es que escribo desde Egipto. Es decir, desde un país africano, situado en la ribera sur del Mediterráneo, conectado con la costa norte desde épocas remotas por el paso de caravanas y barcos que transportaban mercaderes, viajeros, peregrinos, ideas y potencias invasoras. Ese intercambio fue tomando la forma de un toma y daca, a veces por la fuerza, a veces por la seducción, unas por la guerra y otras por la paz.
La segunda consideración es que escribo esta carta (que leeréis traducida) en la lengua de los árabes. Una lengua hablada desde antiguo, que traslada la experiencia de una comunidad cuyas raíces y ramificaciones se extienden desde el Atlántico - desde Mauritania y Marruecos- hasta el Golfo Pérsico, al oriente de la Península Arábiga; desde la cordillera del Tauro, en Asia Menor, hasta el corazón del África negra, en Sudán, Somalia y Yibuti. El árabe es la lengua mayoritaria entre los habitantes de este vasto rincón de la Tierra. Es ella la que sirve de vehículo a sus relatos, a su cultura y a sus experiencias, empapada hoy de cierta tristeza mezclada con la conciencia de los logros de antaño, que llenan el espíritu de orgullo; y también de confusión ante el presente y sus derrotas, su represión y humillaciones.
La tercera consideración es que escribo esta carta siendo absolutamente consciente de la fecha en que se escribe: el comienzo de un nuevo milenio en el que los Estados Unidos de Norteamérica pretenden dominar el mundo y consolidar su existencia como imperio omnipotente, monopolizador de los criterios legales y morales que rigen la vida en el planeta. En ese afán dominador, los Estados Unidos han concedido una relevancia particular a los países árabes y musulmanes, contra los que han lanzado dos guerras consecutivas en dos años (Afganistán y, después, Irak) empleando en ellas las últimas innovaciones que la mente humana ha alcanzado en cuanto a armamento de destrucción parcial y masiva. Esto sin contar una tercera guerra, continua, en la que no se han embarcado de forma directa, pero que sí han impulsado material y espiritualmente. Me refiero a la guerra a la que Israel –con el apoyo estadounidense- somete de modo sistemático al pueblo palestino. Tales conflagraciones se ven reforzadas por una guerra mediática, intensa y de largo alcance, basada en una mixtificación de la imagen de los árabes y musulmanes, a los que presenta como “el enemigo”: es decir, el enemigo por antonomasia de la civilización humana.
Y en la vorágine de esta expansión militar, política y económica, los Estados Unidos han incluido a Europa en su visión arrogante y desdeñosa de los pueblos del mundo. Así, han dado en llamarla “la vieja Europa”, con un adjetivo ambivalente que denota, por un lado, antigüedad, caducidad; y por otro, vejez, una debilidad del cuerpo y de la mente que no permite ya actuar correcta y ponderadamente. En ambas acepciones se sugiere que el momento de Europa ha concluido para dejar paso a la época del nuevo imperio, gendarme del mundo y generador de normas y criterios.
Escribo igualmente teniendo al fondo la imagen de decenas de millones de personas que en todo el mundo –y sobre todo en Europa- salieron a la calle para pedir que se detuviera la guerra, para reclamar un mundo menos brutal, un mundo que se acercara –aunque sea como mera aspiración- a lo que corresponde a los humanos. Esos millones de personas que se echaron a la calle en Londres, París, Madrid, Roma, Atenas y otras capitales y ciudades europeas aprendieron una lección en dos guerras mundiales que les costaron millones de muertos y una destrucción espantosa que transformó por completo el aspecto de sus ciudades. Aprendieron también de las miserias de la vida diaria, de la fealdad, de la crueldad y del yugo de la explotación capitalista (aunque ahora se llame globalización y nuevo orden mundial).
Esta última precisión plantea la complicación fundamental de esta carta dirigida a Europa: ¿A quién dirigirla dentro de Europa? ¿A Europa entera con todo lo que tiene de bueno y de malo? ¿A la Europa de los grandes logros de los escritores, artistas, científicos en los ámbitos del pensamiento, la estética, los descubrimientos y la técnica? ¿A la Europa cuyos pueblos llevaron adelante revoluciones y resistencias? ¿O a la Europa de tradición colonizadora, cuyos escritores y científicos incubaron el racismo y el nazismo como doctrina y como práctica?
Cuarta y última consideración. Esta carta parte de la conciencia sutil y perfecta de nuestra responsabilidad común ante el planeta que nos sostiene a todos y al que sostenemos: una esfera delicada, pequeña y amenazada. A nosotros nos toca elegir entre conservarla o destruirla.
Quizás el alargar tanto los preliminares haya sido –por mi parte- un intento de arropar la inquietud enorme que ha provocado la violencia material y anímica a la que los árabes estamos sometidos a diario: el bombardeo de las ciudades, los asedios, la humillación de las gentes, la destrucción de las viviendas, la tala de árboles y la gestación de generaciones futuras heridas por la guerra, inválidas, víctimas de enfermedades perniciosas; los medios de comunicación que retratan al muerto como verdugo, a la víctima como a una fiera, etc, etc. Todo eso nos ocurre a diario en Palestina y en Irak. ¿Qué violencia es esta? ¿Cómo podría una persona razonar objetivamente sometida cada día, cada hora, a semejante carga de violencia?
De la invasión colonizadora de antaño con sus consecuencias y de la invasión de hoy con su maquinaria bélica y su arsenal ideológico somos nosotros quienes soportamos la carga mayor. No se nos deja lugar para el sosiego, no hay tribuna desde la que expresarse en medio del fragor de la violencia física y mental, de sus vapores asfixiantes. En guerra por todos los frentes, ¿cómo sería posible un pensamiento libre y sensato?
Y a pesar de todo, soy capaz de mirar más allá de los campos de batalla para comprender y estar segura de que vivimos en un único y pequeño planeta en el que nos une nuestro destino humano común y la necesidad que tenemos los unos de los otros. No nos cabe sino permanecer unidos y ser indulgentes para mantenernos y poder mantener el planeta.
Aspiramos a un poco de justicia, aspiramos a la igualdad, a un diálogo entre iguales para poder trabajar juntos por un planeta seguro. Durante siglos hemos vivido en el puesto de “hombre invisible”, del criado al que sus amos no reconocen más que la misión de servir y los conocimientos necesarios para seguir esclavizándolo. La invisibilidad es violencia, y también maldad. Hay en ella una negación despótica de la humanidad del otro. Es una bomba de relojería que amenaza a ambas partes. El diálogo, el acercarse en un plano de igualdad, implica la presencia de dos partes; cada una con su experiencia y su especificidad, con su saber y su mirada. Quiero decir, cada uno con su bagaje histórico al completo, que constituye su forma de relación con la esencia histórica y su significado dentro de ésta. No es posible el diálogo entre el visible y el invisible, entre el que está y el que no, entre el amo armado de ceguera y el denigrado e ignorado, aquel a quien no se tiene en cuenta.
Debemos reconocer que la violencia material e intelectual, que enlaza con los siglos de dominación colonial europea y que ahora se mezcla con la experiencia migratoria de los hijos e hijas de los antes colonizados -hoy trabajadores o refugiados en los países europeos- nos sitúa ante dificultades nada desdeñables. Las complicaciones de hoy se acumulan sobre las antiguas asestando cada día heridas nuevas sobre las heridas de antaño. Son dificultades que exigen a Europa en primer lugar un esfuerzo porque sigue arrastrando, amarrado al cuello, el baldón de su pasado colonial como el albatros muerto de la Balada del viejo marino de Coleridge. Los emigrantes, hijos de las colonias, no son los peces del buen Santiago de El viejo y el mar, obra en la que Santiago los llama “hermanos míos” mientras se ve abocado a pescarlos y alimentarse de ellos para vivir. Como el mundo se ha vuelto conocido, accesible, mestizo y pequeño, hoy sabemos que es Próspero y no Calibán el que come carne humana; y que el casamiento entre Otelos y Desdémonas no es una trasgresión de las reglas del universo, sino de unos principios racistas abominables.
Tanto los hijos e hijas de las colonias residentes en sus respectivos países como aquellos que han emigrado a estados europeos han dado un paso sorprendente hacia Europa. Aprendieron sus lenguas, convivieron con sus culturas, se hicieron eco de sus artes, se mezclaron sin objeciones, tomaron y dieron, fueron útiles y sacaron provecho. Y sin embargo Europa –en su mayor parte- no reaccionó más que en el marco de un orientalismo sospechoso, o de un exotismo que colocaba al otro en el lugar del fenómeno de feria exhibido en una jaula; o de un primitivismo que enriquecía a un artista determinado a través de un cuadro o de una escultura. Pocos han sido los que han querido conocernos por nosotros mismos. ¿Mencionaré por ejemplo a Louis Aragon, el gran poeta francés que a finales de los cincuenta, queriendo proclamar su adhesión a la revolución argelina, se volcó hacia la tradición de los árabes y musulmanes, conoció su historia, la obra de sus poetas y filósofos, sus relatos de amor y sus leyendas hasta llegar a producir un texto tan bello como “Le fou d’Elsa”? El ejemplo de Aragon entre los escritores que se acercaron confiados al otro, esforzándose por verlo, sigue siendo una excepción singular que, lejos de negar la regla, la confirma.
Invitamos a la vieja Europa (y no utilizo aquí la expresión en el sentido que le dio el responsable de la Administración americana sino, por el contrario, en el sentido del saber y la experiencia adquirida y acumulada) a que haga un esfuerzo por participar en un diálogo constructivo con los hijos de las antiguas colonias, con los inmigrantes. La invitamos a que los conozca, a que aprenda alguna de sus lenguas, a que se dé cuenta de que en sus culturas existen valores apreciables, a que se relacione con ellos y se enriquezca con su presencia. En resumen: la invito a que los vea.
Albert Memmi dijo en una ocasión que es la experiencia colonizadora la que moldea al colonizador, la que le da forma, la que hace de él ese ser racista y malvado. Y yo añado a eso que el esfuerzo por un mundo más justo y solidario, en el que reine algo más de justicia e igualdad aportará a Europa conocimientos y experiencias que la enriquecerán a través de las culturas y vivencias de pueblos que jamás le habría sido dado conocer, a través de un conocimiento real, que ni la ceguera del colonizador ni la invisiblidad impuesta al colonizado hayan adulterado, a través de un conocimiento de igual a igual.
Me parece que Europa se halla hoy ante una encrucijada. Se abre ante ella el camino de la alianza con el imperio americano, de la continuidad de su historia colonizadora, de la posibilidad de retomar una relación basada en la explotación económica y en la discriminación racista tanto en las políticas que sostiene con sus antiguas colonias como en el trato que dispensa a los hijos e hijas de aquellas colonias que después emigraron y se integraron en sus sociedades. Existe pues el camino de mantener la esencia de la relación colonizadora: una relación establecida entre el explotador y el explotado, entre la mano de obra y el capital, entre el que dirige y el dirigido, entre el rico y el pobre, entre aquel cuyo discurso dominante es conocido y el ignorado y marginado, el que no tiene voz, el que –siendo invisible- mira al otro, que no lo ve ni tiene ganas de verlo. La otra vía, que conviene al nuevo mileno y al nuevo orden –en el que la Humanidad viviría a la sombra de la justicia y la igualdad- es la vía que surcan hoy en Europa los movimientos antiglobalización, los pacifistas y otros grupos que se oponen a la explotación, al racismo y a la guerra tomando como fundamento las ideas y escritos de autores radicales actuales y del pasado. Esta labor intelectual, cultural y combativa ayuda cada vez más a que el pensamiento imperialista y las relaciones que lo encarnan cundan en las sociedades europeas. Pero, aun así, sigue existiendo una brecha entre tales movimientos y las potencias dominantes con su correspondiente discurso justificador. No hay mejor prueba que el hecho de los millones de personas que salieron a la calle en Inglaterra, en España, en los Estados Unidos y en Australia, si bien no consiguieron impedir que sus países se adhirieran a la coalición de fuerzas que se lanzó a la guerra contra Irak, sí que nos plantean la posibilidad de un futuro distinto al haber tendido las manos, en señal de amistad, de acercamiento y de colaboración, hacia la construcción de un futuro más humano que a todos nos concierne, engloba y equipara.
En el comienzo de un nuevo milenio, aspiramos a que en Europa cambie la relación con sus hijos inmigrantes, aquellos que emigraron hasta ella , que habitan hoy sus ciudades, que surten sus fábricas de mano de obra, que conducen sus trenes, barren sus calles e incluso (algunos pocos de ellos) producen exquisitas muestras de su literatura, arte e investigaciones científicas, aquellos ante los que tal vez mañana se abran más caminos para hacer realidad las capacidades que encierran sin que importe su sangre ni su clase social.
En su día Europa vino a nosotros, y les dimos la bienvenida con un “ahlan wa-sahlan” (que en árabe significaría, originalmente, “llegasteis como parte de la familia y así os acogimos en casa”). O bien acudimos a Europa sin el miedo de los pobres y el desconcierto de los humillados, sin los prejuicios de quienes se sienten inferiores, de quienes cargan con el dolor de unas heridas que jamás han conseguido cicatrizar; o bien llegamos con la confianza de quien se sabe igual porque da y toma, y convivimos en paz, cercanos, caminando juntos, luchando contra la miseria, el miedo y los peligros que nos acechan a todos en nuestro pequeño y delicado planeta. 

Radwa Ashur,  El Cairo, a 1 de septiembre de 2003 (Traducción de M. Luz Comendador Pérez)


El pasado 20 de noviembre tuvo lugar la presentación de Caña, de Jean Toomer, y Cuando Harlem estaba de moda, de David Levering Lewis, en la sala Valle Inclán del Círculo de Bellas Artes de Madrid, a cargo de David L. Lewis, Ray Loriga, Mireia Sentís y José Luis Gallero. Ofrecemos algunas imágenes del acto.
 





EDICIONES DEL ORIENTE Y DEL MEDITERRÁNEO, PREMIO "CÁLAMO DE HONOR 2014"

La Sociedad Española de Estudios Árabes (SEEA) ha concedido el Premio Cálamo de Honor 2014 a los responsables de la editorial madrileña Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, por su labor de dar voz al mundo árabe a través de su literatura.
La concesión de este galardón, de carácter anual, se enmarca dentro de los objetivos fundacionales de la SEEA, que son el desarrollo, la promoción y la difusión de los estudios árabes en España. En este sentido, el Premio Cálamo de Honor distingue a aquella persona que, sin ser arabista, haya desempeñado un papel destacado y ejemplar en el campo de los estudios árabes.
Este año se cumplen veinticinco años desde que Immaculada Jiménez Morell y Fernando García Burillo fundaran la editorial Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, fruto de su empeño en dar a conocer al lector español destacados títulos de grandes literaturas por aquel entonces desconocidas, como la marroquí, la argelina, la libanesa, la egipcia, pero también la turca, la iraní o la griega. Este reconocimiento que reciben por parte de los arabistas españoles es, sin duda, una forma sincera de agradecimiento a tantos años de esfuerzo.
Agradecemos enormemente a la Sociedad Española de Estudios Árabes esta distinción.  La SEEA es una asociación científica creada en 1993 que agrupa a profesores e investigadores interesados en el desarrollo, promoción y difusión de los estudios árabes en España. En su interesante página web  puede encontrarse un directorio de escuelas de idiomas donde se imparte el árabe, universidades y grupos de investigación relacionados con el estudio de la lengua y la cultura árabe, así como un canal SeeaEstudiosArabes




Jueves 28 de agosto de 2014 a las siete de la tarde,

Acto de solidaridad con Palestina

y presentación del libro BDS por Palestina. El boicot contra la ocupación y el apartheid israelíes

en el Salón de Actos del Ateneo de Madrid




Cairo blues
despierta el interés de la crítica 
“Por sus emociones, el cómic es adecuado para el buen periodismo”

Pino Creanza presenta en España 'Cairo blues', un tebeo que fusiona poesía y reporterismo para narrar el presente de Egipto
El 'Game over' de Mubarak en viñetasÁngel Luis Sucasas Madrid 28 ABR 2014 -EL PAÍS
 
La caída de Mubarak en viñetas según el 'Cairo blues' de Pino Creanza.
A doble página en splash. El caos urbano de El Cairo en todo su esplendor. Un río automovilístico de muchos meandros y el paisaje de la metrópoli salpicado de logotipos del Hilton, DHL o Zabado. Sobre una miniatura de un taxi, dos bocadillos: "Ana min Italiya"; "Ah, Italiya! Pizza, maffia, Birlusconi". El que iba en el taxi, italiano evidentemente, era Pino Creanza (Altamura, 1958), ingeniero y autor de tebeos que ha saltado a la novela gráfica con Cairo blues (Oriente y Mediterraneo, 2014), un cómic entre el reportaje y la poesía en viñetas que describe cuál es el presente de Egipto y cómo se ha llegado a él. Que el formato sea el tebeo nace de la convicción de este autor en el potencial de este medio: "Pienso que el cómic es adecuado para hacer buen periodismo por la implicación emocional que consigue con el lector".
Creanza es sin embargo modesto al valorar lo que ha conseguido en Cairo blues. Para él, el verdadero periodismo en viñetas tiene un héroe claro: Joe Sacco. "Él vive todas las experiencias que cuenta, como un corresponsal. Yo no he vivido todo lo que cuento. Me he documentado". Pero ha sido una documentación muy exhaustiva para plantear una estructura ambiciosa que mezcla todos los géneros periodísticos: desde el reportaje clásico con pinceladas subjetivas hasta las numerosas entrevistas que salpican el conjunto. A veces, estas no han sido realizadas por Creanza, como en su recreación en 16 viñetas de los 4 minutos 36 segundos con los que la activista Asmaa Mahfuz supo levantar a su país el 18 de enero de 2011. "¡Yo saldré a la calle el 25 de enero y gritaré 'No' a la corrupción, 'No' a este régimen!", reza el texto de su último bocadillo en el cómic.



El reportero en viñetas se enfrenta a desafíos semejantes al tradicional. Está el conseguir y verificar las fuentes, recopilar el material de investigación y también uno de los quid de la cuestión periodística, sufrir el calvario de la síntesis: "Es un enorme esfuerzo. Resumir en cuatro páginas un episodio de una situación tan rica y compleja". Creanza, consciente de que él no es "un narrador profesional", prefirió abordar el conjunto de la situación con múltiples focos, como si de un cuadernillo especial de revista se tratara, en el que caben temas más amplios, el seguimiento de cómo se gestó la revolución política y la brutal represión contra ella, a más curiosos, como el himen de plástico, el remedio para fingir la virginidad prematrimonial que se exige a la mujer y que levantó una gran polvareda política y religiosa. Eso sí, Creanza no deja nunca de romper una lanza por esta vía alternativa para el reportero: "Un artículo es probable que, si lo lees entero, solo lo leas una vez. Mientras que en un cómic vuelves a las imágenes, descubres nuevos detalles que te invitan a repasar otra vez la historia".
Cairo blues —así se titula tanto por una canción homónima del grupo Radiodervish como por el hecho de que el blues hunde sus raíces en África y es, como El Cairo, "triste y vital a un tiempo"— trata de contar hasta con su estilo, en el que otra vez aparece la humildad (y el sentido de la práctica) de Creanza. Sin carrera de Bellas Artes o experiencia profesional en el tebeo, el creador italiano se inventó su propia técnica: coger una fotografía, pasarla a un programa de retoque digital tipo Photoshop y comenzar a dibujar (digitalmente) sobre ella. "Es algo que le digo siempre a los jóvenes que no se animan porque no saben dibujar. No hace falta ser un artista, solo querer contar una historia".

La viñeta de Moebius que fascinó a Pino Creanza, autor de 'Cairo Blues'.

El usar fotografías le permite al historietista escarbar en otra de sus obsesiones: el detallismo. "Amo el detalle. Sobre todo la arquitectura urbana de los paisajes.Trabajar sobre fotografía me lo da todo para que luego pueda decidir qué dejo fuera y qué dentro". Y así por las páginas de Cairo Blues se suceden espectaculares splash (cuando una viñeta ocupa la totalidad o gran parte del espacio de dibujo) en el que se puede sentir El Cairo en toda su extensión o en la más ínfima de sus porciones. Creanza, eso sí, reconoce que le debe mucho a un "padre" creativo. Ese genial doble artista que fue Jean Giraud Moebius. "Hay una viñeta de él que me obsesiona. Te muestra algo muy simple: una figura a caballo y un escenario urbano. Pero dibujado con una extrema minuciosidad. Y es eso precisamente lo que invita a demorarse, a reflexionar, a explicar una situación a partir solo de la imagen".
Pero Creanza no se olvida de que el cómic es un medio expresivo, abstracto, pictórico. El color, un sepia a medio camino entre el tono de las arenas del desierto y el gris del cemento urbano, se convierte a su aliado para transmitir no solo la realidad palpable del Cairo, sino también su espíritu: "El Cairo son contrastes: cálido pero polvoriento; vivaz pero inmemorial... Aunque muchos edificios son nuevos, su mantenimiento no es gran cosa. Los ángulos se inclinan, las fachadas se degradan y todo adquiere este tono entre el sepia y el gris".
Lo curioso en un autor tan volcado en reflejar el aquí y ahora en su trabajo es cómo define el cómic, llegando a afirmar que su esencia es "la poesía". Aunque de su obra no se atreve a tacharla de lírica: "No, tanto como que estoy haciendo poesía, no. Pero sí que me alejo en mi relato de la crónica pura e intento insuflar a mis textos algo de mi subjetividad, de mis emociones, sobre todo ante mi fascinación por El Cairo arquitectónico... A fin de cuentas la poesía es transmitir el sentimiento de una vivencia". Página 27 de Cairo blues: De fondo, la silueta de un barco con su vela al tercio y su pareja de tripulantes. Sobre ella, un poema. Título: El sol de sobretarde. Primeros versos: "El sol postrero de la tarde/ Dora las hojas de las palmeras, oh Nilo./ Y deja un reflejo de belleza soñada en tu piel".

EL PERIÓDICO - Jueves, 17 de abril del 2014 CATALINA GAYà



Gente corriente

Pino Creanza: «Tomé fotos y apuntes porque lo necesitaba»

Cuando era joven quería cambiar el mundo. Ahora aspira a comprenderlo

Acaba de publicar su primer libro, 'Cairo Blues'.


Pino Creanza llega a Barcelona para presentar su primer libro, Cairo Blues, un cómic que tiene su origen en la curiosidad del ser humano, en la necesidad de comprender la realidad. Lo han traducido al árabe, al francés, al castellano y al inglés. Siempre, editoriales pequeñas e independientes que apuestan por miradas frescas y diferentes.
-Es italiano, ingeniero de formación y en Cairo Blues explica el contexto de la revolución egipcia.
-Fui a Egipto para trabajar como ingeniero. Visitaba fábricas en la periferia, pero en el tiempo libre visitaba El Cairo. Durante ese viaje acumulé material sobre el urbanismo y sobre la vida de la gente de los barrios. No estuve en Egipto cuando empezó el movimiento en la plaza de Tahir. Lo viví como testigo indirecto.
-Sin embargo, en la segunda parte del libro dibuja el anhelo de los activistas.
-Pedí permiso a periodistas, a blogueros egipcios y fotorreporteros para utilizar su material. Me interesaba mostrar el contexto, una vida que es parecida a la nuestra, y también retratar a esas mujeres y hombres que, entre enero y febrero del 2011, tomaron las calles para cambiar las cosas.
-¿Y durante su viaje ya se intuía lo que pasaría luego?
-No. Los egipcios hablaban de la corrupción y, claro, ese es el sustrato de lo que ocurrió luego. La gente se quejaba de que se empezaban proyectos faraónicos y de que no se invertía dinero en mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Se notaba el descontento. Le pongo un ejemplo: decían que estaban rehaciendo el pavimento y que eso lo hacían cada dos o tres años porque la fábrica de material pertenecía a la familia de Mubarak. Hasta los emprendedores se lamentaban de que el sistema económico estuviera controlado.
-Eso lo explica en el libro. ¿Cómo se le ocurre visitar la Ciudad de los Muertos, donde se hacinan los traperos?
-Sí. Cuando fui a Egipto, conocí a italianos que trabajaban ahí y que no conocían nada, no convivían con los egipcios y ninguno hablaba árabe. Si yo hubiese vivido seis meses en El Cairo, habría aprendido algo de árabe.
-Eso es lo que le mueve para salir del circuito de lo establecido.
-No sé. Me tocó y me fascinó la realidad. No puedo explicarle un motivo concreto. Quizá porque de pequeño leí Las mil y una noches. [Ríe] Supongo que soy curioso y que tengo un interés político por el mundo. Cuando era joven quería cambiarlo; ahora, como mínimo, quiero comprenderlo. La curiosidad te puede llevar a descubrir cosas que ni las personas locales conocen.
-El Nilómetro de Roda, que también aparece en Cairo Blues. ¿Imaginaba que su vivencia sería un libro?
-No. Yo tomé fotos y apuntes porque lo necesitaba. Todo era tan nuevo y tan intenso que necesitaba alargar la experiencia. Quería documentarme y entender un poco mejor la realidad de lo que estaba viendo. Egipto es un país tan lejano y, al mismo tiempo, tan cercano...
-Ya lo han traducido a cuatro idiomas.
-Empecé a publicar las historias de Cairo Blues en una revista que después cerró. Una asociación cultural me propuso que hiciera una exposición en un festival del Mediterráneo, en Ancona. Luego, una editorial en Italia me propuso que escribiera un libro. Por sorpresa, Ricardo Zanini, de Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, me contactó y lo publicamos en España. Lo mismo me pasó con una una pequeña editorial en Francia y con un editor libanés…
-¿Saldrá en árabe?
-Ya lo han editado, pero falta distribuirlo. Estamos preparando un e-book en inglés. Al fin ha salido bien.

EL EGIPTO JAMÁS CONTADO
Alexandra Dumitrascu entrevista a Pino Creanza (Revista Atalayar. Entre dos orillas)


  PRÓXIMAS PRESENTACIONES

Cairo blues en Valencia en la librería Dadá del MuVIM, el Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat, en Madrid, en Casa Árabe, y en el Istituto Italiano di Cultura de Barcelona

El próximo sábado, 5 de abril, en el Espai Mediterrani del MuVIM, y en colaboración con la Librería Dadá, que acoge una muestra de nuestro catálogo, con el título "De País de Arena a Cairo blues" presentaremos esta nuestra primera introducción en el mundo de la novela gráfica desde aquel lejano País de arena  con que iniciamos nuestra andadura hace ya 25 años.

El lunes, 7 de abril, a las 19.00, presentaremos Cairo blues en Madrid, en Casa Árabe, en presencia del autor, Pino Creanza, de Bárbara Azaola y del realizador egipcio Basel Ramsis. Se hablará de novela gráfica, pero también de ese magistral relato que el autor hace de El Cairo durante los días de la revuelta contra Mubarak.
El martes, 8 de abril, a las 19.00, es el Istituto Italiano di Cultura de Barcelona el que acogerá un coloquio entre Riccardo Zanini, director de la colección azulejos, que se inicia precisamente con Cairo blues, y Pino Creanza, acompañados por sus editores.
 

BDS por Palestina se presenta

en el Espai Contrabandos de Barcelona [http://espaicontrabandos.wordpress.com/inici/] el 10 de abril, con la participación de Luz Gómez, coordinadora del libro y profesora de Estudios árabes (UAM), de David Fernàndez diputado de Candidatura d’Unitat Popular (CUT-AE) y Aitor Hernández Carr, profesor de Ciencias Políticas (UB).
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Y en la librería Enclave de Libros, de Madrid [http://enclavedelibros.blogspot.com.es/], el 24 de abril a las 19.30, con la participación de Luz Gómez, coordinadora del Libro, Carlos Varea y Héctor Grad, todos ellos profesores de la Universidad Autónoma de Madrid.

En torno a este libro y a la campaña BDS de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra la ocupación ilegal de territorios y el apartheid hacia la población palestina ejercidos por el Estado de Israel, tendrán lugar diversos actos de los que podrá encontrarse información en nuestra página de facebook o en la página de la campaña BDS http://boicotisrael.net/ 



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 La Asociación de Editores de Libro Político Contrabandos ha querido sumar su voz a la de quienes han puesto de manifiesto el error de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara al nombrar a Israel país invitado de honor en 2013.


Sabido es que el Estado israelí, contraviniendo la legislación internacional, mantiene en una situación de bloqueo absoluto a la población de Gaza, no cesa de construir colonias y muros de separación en los Territorios Ocupados y mantiene a cientos de palestinos, incluso niños, en sus cárceles, sin las debidas garantías jurídicas.


Palestina vive quiere sumarse a las iniciativas que ha habido en México para denunciar la ausencia de la producción intelectual palestina en la FIL y recordar que el activismo internacional por Palestina es un instrumento fundamental para desenmascarar la lógica perversa de la ocupación-normalización. 

El libro puede descargarse en formato e-book en Contrabandos y consultarse, con noticias y artículos sobre Palestina, en el blog Palestina vive



 LA NORMALIZACIÓN ES MÁS OCUPACIÓN



La Ocupación israelí de Palestina tiene un aliado estratégico en las políticas de normalización cuidadosamente diseñadas por el Gobierno de Israel. La normalización pretende borrar la historia, el derecho internacional y la noción misma de justicia para consumar a nivel internacional el estado de cosas interno: Israel es la sola realidad, y los palestinos, si acaso, un apéndice molesto, y con fecha de caducidad. La voracidad de los colonos y la creciente agresividad del apartheid se encargarán de ello. De legislar para que así sea ya se ocupa el Gobierno, el actual, el anterior y el que venga. Tal es la lógica israelí: cuestión de tiempo y Palestina será una palabra proscrita. Ya alertaba de ello Mahmud Darwish, que no sin sorna corregía al que le llamaba “poeta palestino”, y se reclamaba “poeta de Palestina”.


En el terreno de la cultura, uno de los últimos episodios de esta normalización impune es la Feria Internacional del Libro que se celebra en Guadalajara (México) del 30 de noviembre al 8 de diciembre de 2013. Se trata del mayor evento económico y promocional del mercado editorial en lengua española, y uno de los mejores escaparates de la cultura iberoamericana. El país invitado de honor en esta ocasión ha sido Israel, al que, según reza la información oficial, se le franquean las puertas para que muestre lo mejor de su producción intelectual de la mano de sus escritores, editores, investigadores y artistas. Ni una mención a Palestina, por supuesto, pero ni una sola referencia tampoco a los palestinos, ni a los del Interior, el 20 % de la población israelí, ni mucho menos a los que viven bajo el régimen de Ocupación en Cisjordania, Jerusalén Este o Gaza. Porque es sabido que la “marca Israel” presenta la cultura y la democracia israelíes como un oasis de civilidad en medio de la barbarie oriental. Palestina vive quiere sumarse a las iniciativas que ha habido en México para denunciar esta ausencia de la producción intelectual palestina en la FIL. Quiere con ello recordar que el activismo internacional por Palestina es un instrumento fundamental para desenmascarar la lógica perversa de la ocupación-normalización.  Los testimonios de Rachel Corrie y Vittorio Arrigoni recogidos en estas páginas son, por desgracia, tan actuales como su propia lucha.


Pero además, y sobre todo, Palestina vive quiere mostrar cómo dentro de la sociedad palestina la lucha contra la Ocupación y por la consecución de una resolución justa del conflicto viene desarrollando su propia dinámica intelectual y cultural. El año 2005 supuso un importante punto de inflexión. Fue entonces cuando más de un centenar de asociaciones cívicas, sindicatos y grupos palestinos de diversas tendencias lanzaron la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) para canalizar la presión interior y exterior contra Israel, siguiendo el modelo de la campaña internacional contra el régimen segregacionista de Sudáfrica. El BDS ya está teniendo sus consecuencias en el ámbito sindical, empresarial, académico y cultural europeo, también en España. A su vez, a nivel interno palestino, es notorio cómo la campaña del BDS ha facilitado la incorporación a la lucha contra la Ocupación de sectores de la sociedad tradicionalmente marginados. Haneen Maikei, en una certera entrevista que reproducimos, da cuenta de cómo se ha producido esta evolución entre los grupos LGBT, lo cual refleja la vitalidad de los debates políticos e intelectuales palestinos en marcha. Igualmente vibrante es la cuestión de la futura configuración estatal, que Edward Said replanteó en 1999 con su reflexión sobre la necesidad de actualizar la idea binacional. Hoy, bien muerto y enterrado Oslo, el Estado binacional concita el interés tanto de los palestinos israelíes como de la diáspora, aunque suscita más dudas entre quienes viven día a día la Ocupación y cifran en la solución de los dos Estados su futuro. Todo ello está cambiando, y Mustaphá Barghouthi así lo discute con Eric Hazan en el diálogo aquí recogido.     


Por último, y no con menor interés, Palestina vive  también quiere asomarse a la creación literaria palestina. Los autores que se recogen en esta selección hablan de la injusticia, de la guerra, del absurdo y de las formas de resistir y elevarse. Hablan de Palestina, y ya se sabe que sólo existe lo que se nombra.

Luz Gómez García


PRESENTACIÓN DE CUENTA, PAJARITO, CUENTA EN MADRID Y VALLADOLID

El próximo lunes, 4 de noviembre, a las 19.30, tendrá lugar, en presencia del autor,  la presentación de Cuenta, pajarito, cuenta en Madrid, y el miércoles, 6 de noviembre, a las 12.00 del mediodía, en la Universidad de Valladolid, en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz de esa ciudad.


El profesor Sharif Kanaana firma en el Libro de honor del Rectorado de la Universidad de Valladolid.

El profesor Sharif Kanaana, en compañía del Rector de la Universidad de Valladolid y de su traductora, Pilar Salamanca, al concluir la conferencia de presentación de Cuenta, pajarito, cuenta.




Artículo que glosa la figura y la obra de Sharif Kanaana y el acto de presentación en el Aula Triste.



Vídeo con un resumen del acto de presentación de Cuenta, pajarito, cuenta en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz de Valladolid, en el que intervinieron el Rector de la Universidad, Marcos Sacristán, la decana de la Facultad de Filosofía y Letras, Milagros Alario, Fernando García Burillo, en nombre de la editorial, Pilar Salamanca, escritora y traductora, en unión de Najati Jabary, del libro, y el propio Sharif Kanaana.




Sharif Kanaana, el embajador de la Legación de Palestina en España y el traductor de Cuenta, pajarito, cuenta ——junto con su esposa Pilar Salamanca, que no pudo asistir——, Najati Jabary, durante la apertura del acto de presentación del libro por el consejero de cultura, Rauf Al-Malki.


Presentación de La novia de Aquiles, de Alki Zei, en Madrid

La presentación de La novia de Aquiles se convirtió en un emotivo y caluroso acto en el que el numeroso público siguió con gran interés la conversación que Leandro García mantuvo con Alki Zei, cuyas palabras fueron espléndidamente interpretadas para los asistentes por sus traductores Pedro Guil y Coralia Pose.




                                   



El próximo 2 de octubre, miércoles, a las 19.30, presentaremos La novia de Aquiles en la sala María Zambrano del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en presencia de Alki Zei, una de las figuras más representativas de la literatura griega contemporánea.






Si queréis escuchar la calurosa recomendación de la lectura del libro  que hace Iñaki Urdanibia:

Si queréis escuchar algunos fragmentos de La novia de Aquiles en la voz de Montse Soto, emitidos en el programa Mediterráneo, de Radio 3, el pasado 6 de octubre:

El programa El Ojo Crítico, de Radio Nacional, se hizo eco el pasado 1 de noviembre de la publicación de La Novia de Aquiles (a partir del minuto 18 de la grabación)
Luis Zaragoza comenta la obra y entrevista a Alki Zei 



El escritor egipcio Sonallah Ibrahim, uno de los novelistas más importantes en lengua árabe y activo participante en las manifestaciones y acciones ciudadanas que acabaron con el régimen de Mubarak, estuvo en Madrid para la presentación de su novela A escondidas en Casa Árabe y acudió también a la Feria del Libro.




INTERESANTE CRÍTICA DE JOSÉ CRUZ CABRERIZO
EN LA REVISTA DIGITAL NARRATIVAS 
DE LA NOVELA A ESCONDIDAS
DE SONALLAH IBRAHIM





El jueves, 13 de junio, tuvo lugar en Madrid la presentación de dos novedades:





Próximo título de la colección Disenso: 


libro escrito a dos manos por Stéphane Hessel —el superviviente de los campos nazis— y Elias Sanbar —el exiliado que, con apenas un año, hubo de abandonar su Haifa natal—.




Ha muerto Stéphane Hessel, un hombre coherente con sus principios y que, ya al filo del final de su vida, con su libro Indignaos se convirtió en portavoz y expresión del descontento de amplias capas de la sociedad frente a un capitalismo salvaje que, con la complicidad de los gobiernos, iba destruyendo una tras otra las conquistas sociales que, con enormes sacrificios, habían permitido construir sociedades más igualitarias, más democráticas y más justas.
Participó en la Resistencia francesa, fue detenido y torturado por los nazis y estuvo preso en los campos de Buchenwald y Dora-Mittelbau. Tras la derrota de las potencias fascistas, participó en la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada por la ONU en diciembre de 1948.

Su profundo humanismo y sentido de la justicia le llevó últimamente a participar en el Tribunal Russell sobre Palestina. Sus posiciones sobre el llamado conflicto palestino-israelí fueron evolucionando desde su inicial compromiso con la creación del Estado de Israel, que vio entonces como una justa compensación a los sufrimientos del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial, hasta su toma de conciencia de la injusta expulsión del pueblo palestino de las tierras que habían trabajado durante generaciones, del hacinamiento en que viven los desplazados de 1948 en campos de refugiados y del continuado saqueo del territorio y los recursos palestinos a manos de la fuerza ocupante como consecuencia de la falta de reconocimiento de un Estado palestino.


Quizá su último libro fuera El superviviente y el exiliado, en el que conversan Hessel, el superviviente de los campos de exterminio, y Elias Sanbar, el exiliado que con apenas 14 meses tuvo que abandonar su hogar en la ciudad de Haifa ante el avance de las tropas israelíes.







CONTRABANDOS surge de la unión de distintos proyectos editoriales independientes de libros críticos y políticos. Nos unimos para trabajar juntos, apoyarnos mutuamente y amplificar debates e ideas clave.
Os animamos a seguir nuestra web y nuestras iniciativas.




Conversación en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona entre Margarida Castells y Salvador Peña sobre la traducción de As-siratan, del escritor kurdo Salim Barakat, al catalán por Dolors Cinca y al castellano por Salvador Peña, el martes 5 de marzo a las 19.00.

Conversa al Centre de Cultura Contemporània de Barcelona a càrrec de Margarida Castells i Salvador Peña sobre la traducció d'As-siratan, de l'escriptor kurd Salim Barakat, en català per Dolors Cinca i al castellà per Salvador Peña, el dia 5 de març a les 19 h.






PRESENTACIÓN DE LA IDENTIDAD ERRANTE,
DE GILAD ATZMON,
EN VALENCIA Y MADRID




Los conciertos y la presentación de La identidad errante tuvieron lugar con una importante afluencia de público, que vibró con la música y las palabras de Gilad Atzmon, espléndidamente acompañado en los conciertos por Yaron Stavi y Carlos González y, durante la presentación de su libro, por Javier Gallego, que ejerció de presentador y entrevistador, y Pablo Carbajosa, que ejerció de intérprete. A continuación os incluimos algunas imágenes cedidas por Nacho Prieto.



GATZMON_JGALLEGO_PABLO_BOGUI



Ya están a la venta las entradas para los conciertos
de Gilad Atzmon en Madrid:
el miércoles, 31 de octubre y el jueves 1 de noviembre, a las 22.30 en Bogui Jazz,
Gilad Atzmon (saxos y clarinete), Yaron Stavi (contrabajo) y Carlos González —Sir Charles— (batería)
ofrecerán un concierto con motivo de la presentación en Madrid
de La identidad errante, el último libro de este polifacético autor.
La presentación, una entrevista en "Carne Cruda", entre el autor y Javier Gallego,
tendrá lugar en la misma sala a las 21.00 del miércoles (entrada libre hasta completar aforo).
Entradas en: ticketea



Y en Valencia, presentación en la librería Cosecha Roja (C/Sevilla, 20), a las seis de la tarde, y concierto
en el club Jimmy Glass (C/Baja, 28; Barrio del Carmen), de 10 a 12 de la noche, el martes 30 de octubre, en el marco del II Festival Internacional de Jazz Contemporáneo


OTOÑO 2012





Novedades

Nace Contrabandos, asociación independiente de editores de libro político

Este proyecto ha reunido los catálogos y los esfuerzos de una decena de editoriales independientes centradas -dentro de una gran diversidad- en promover textos y materiales con una fuerte carga política y social. Describir lo que nos une no es tarea fácil, pero un simple vistazo a la presentación conjunta de nuestros libros ofrece una imagen de cierta coherencia; son libros que se hablan, que discuten entre sí, que crean diálogo. Y sobre todo, que no renuncian ninguno a seguir incidiendo de lleno en la continua construcción, reproducción y reinvención del mundo.


Sin embargo, rara vez encontraremos juntos todos nuestros libros en los mejores espacios de las grandes librerías, o en las páginas de las publicaciones culturales más leídas. Su disonancia es a menudo demasiado fuerte. Algunos parecen sacados de otros lugares o de otros tiempos. El contrabando es así, hoy por hoy, una noción no muy alejada de cómo circulan nuestros libros. Dentro de esa escasa circulación caben, por supuesto, errores propios. Pero estamos también perfectamente de acuerdo con que “los momentos reaccionarios de la Historia son aquéllos en los cuales los proyectos de historicidad no son plausibles, ni verosímiles, ni aparecen conectados con el sentido común. En que la idea misma de transformación toma la firma de un sueño imposible de unos ilusos desconectados de la realidad, minoritarios y arcaicos” (Tomás Moulian).



Llamadnos entonces minoritarios, arcaicos, ilusos. Nosotros seguimos. Y seguiremos. Aquí están nuestros libros. Como lo han estado en nuestro puesto ambulantes y pueden aparecer en cualquier momento en un mercado, un bar, las calles y las azoteas. No nos cansaremos de llamar a todas las puertas para que sean leídos, y de convocar ferias, fiestas para este libro político en tiempo de dictadura del mercado. Porque no solo no nos resignamos, sino que construiremos tiempos y espacios donde nuestras alternativas quepan tanto como triunfen.
(de la Declaración Programática de Contrabandos)




Magnífico artículo sobre la literatura siria en el blog en catalán de Jordi Sanz Vilardell:


 

MAYO 2012

Feria del libro de Madrid







































Querid@s amig@s
La librería Enclave de Libros y ediciones del oriente y del mediterráneo os invitamos el próximo jueves día 3 de mayo a las siete y media de la tarde a un encuentro-debate en torno al libro INFORME SOBRE LAS REVUELTAS ÁRABES, edición de Ignacio Gutiérrez de Terán e Ignacio Álvarez-Ossorio


Para ello contaremos con la presencia de Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor titular de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, autor de varios libros y ártículos en árabe y en español sobre la situación política en el mundo árabe y los procesos de transformación democrática en la región de Oriente Medio y la Península Árabe, y Naomí Ramírez, investigadora de la UAM, que está realizando su tesis sobre los movimientos islamistas en Siria y su relación con la situación geopolítica en la región de Oriente Medio, a la par que mantiene un blog de referencia sobre ese país, en el que
"encontramos análisis de la situación, opiniones fundamentadas en un conocimiento de lo que sucede sobre el terreno y testimonios o textos escritos por los propios protagonistas de la revolución. Por tanto no se pretende elaborar una página de noticias, sino que, desde la dimensión más humana y personal de lo que en Siria acontece, se quiere hacer llegar la revolución a través de fuentes en su lengua original, la lengua árabe". Traducciones de la revolución siria






ABRIL 2012Feria del Libro de Valencia 2012 - Fira del Llibre de Valencia 2012

Como todos los años por estas fechas nuestros libros se van de ferias...

Del jueves 26 de abril al domingo 6 de mayo los podréis encontrar en la Fira del Llibre de Valencia, en la caseta 79/80 de SIDECAR-Libros sobre ruedas, al cuidado de Heide Braun


Lectura de poemas en la Residencia de Estudiantes de Madrid y presentación del libro
Tres poetas franceses del siglo XXI
en el Círculo de Bellas Artes



El miércoles 18 de abril pudimos disfrutar de la pausada y seductora voz de Bernard Noël recitando una selección de sus poemas
en la Residencia de Estudiantes, entre ellos, secuencia 6, de
"Camino de tinta", dedicado a Antonio Gamoneda



secuencia 6
a Antonio Gamoneda
1

y ahora el que habla ha cerrado la puerta al futuro
pobre dice lo he sido y lo seré toda mi vida
el mundo tal como va se detiene un momento al borde de lo que oculta
la esperanza desde siempre es la lengua putrefacta de lo aceptable
su vieja descomposición de repente llenó la garganta de hedor
no hay excusa al complacerse en el abandono
todo lo favorece sin embargo desde la moral y la ley hasta la justicia
se tiene esta impresión luego viene la mirada loca del que ha visto la muerte
se busca entonces en torno a uno la vida de debajo de la vida
cuando el mundo era algo más joven bastaba levantar el puño
el futuro al punto cantaba al límite de la noble ilusión
todos temen desde ahora perder lo que han perdido ya
mientras que en cada uno el deseo de la seguridad prevalece
una soledad hambrienta de lo mismo que la hace devorante
del nexo social donde su desgracia podía lograr el único reposo
los vivos a diferencia de los muertos son incapaces de revivir
el serrín de su conciencia llena de polvo en ellos todo pensamiento


2
y ahora quién desde allá lejos recuerda haberse acordado
cuando privados de nuestros cuerpos tenemos como último bien un gran demasiado tarde
que desde este hoy en que el tiempo abandonó de pronto su viejo camino
mientras el mal cambiaba a la vez de carril y de naturaleza
todo un engañarse a sí mismo recogido para extraviar
y fue entonces como una cascada de olvido vertiendo en la memoria
acababan de arrancar no los ojos sino en los ojos la reflexión
mientras colgada de los garabatos de los medios de comunicación la cultura agonizaba
no había ya lengua en las bocas y allá en lo alto la vulgaridad
se pavoneaba creyendo probar de este modo su legitimidad
no alardea acaso el asesino agitando el cuchillo
pero cómo denunciar el arma secreta e invisible de la mentira
todo se experimenta en el movimiento de nuestras sílabas y en cambio nada dice
qué heridas manan de allí sobre todo cuando llega el tiempo de un hoy
un tiempo en el que toda frase es manida para que se deteriore en la cabeza
el lugar donde consonantes y vocales se unen para el acto de pensar
atraillando entre saliva y dientes huecos la voluntad de resistir


3
y ahora que el sin-sentido hace la ley que significa la resistencia
cuando los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos
la poesía busca a tientas entre sus viejos temas luego echa los bofes para nada
lo que fueron tierras prometidas no es ya sino paraísos perdidos
tal vez salgamos ganando si uno se planta en medio del presente
para desafiar su propia desesperación a golpe de bocanadas de silencio
se sabe que es necesario embriagarse de ceniza luego mascar la sombra hasta el final
cada día tragar la cosa amarga descubriendo que de nada sirven
rebelión ni cólera ni uno ni otro de los arranques a contra época
hay que inventar en el fondo de la noche la supervivencia de la vida
escupir en el aire un resto de rencor preparándose para el terror
nadie sabe por cuanto tiempo el futuro está detrás de nosotros
el presente desde ahora no sabe ir más allá de lo inmediato
cada uno toca en este extremo el borde de una condena
acaso al exilio al campo de retención a la fosa común
y nosotros estamos en pie bajo la amenaza que sirve de nuevo cielo
se olvida el azur bajo el cielo y el placer de respirar


4
y ahora para no ceder nada hay que enunciar hasta el hastío
decir los golpes la humillación lo arbitrario y la brutalidad
la cabeza corrupta que quiere todo el país a su servicio
que la igualdad sea solo una quimera y la intimidad mutilada
la poesía se mira los pies para hallar la bajeza justa
la abyección no viene de abajo debido al orden nace el lodo
se desnaturaliza la naturaleza y se atoran los organismos
el servilismo está siempre dispuesto a más servidumbre
qué hacer a contra humanidad para levantar la especie
cuando la especulación no tiene más función que bendecir la estafa
el aire está lleno de esputos de suerte que hay que lavar la vista para ver
pero quién quiere ver las huellas del desprecio babear aún sobre su rostro
el odio es el único modo de enjuagar los ojos y el cerebro
es necesario que la apertura de la boca vaya allá lejos hasta la sombra
y que un desgarramiento entre sanies y excrementos haga la limpieza
estrépito por todas partes cólera extrema y nada de auxilios un grito por fin
cague de pronto hacia lo alto el muermo de las imágenes y los discursos


5
y ahora el que necesita palabras sólo tiene cadáveres ante sí
la putrefacción del vocabulario ha invadido el aliento
cómo hablar de resistencia con toda este putridez en boca
no sabemos ya si el pensamiento es en nosotros pensamiento por sí mismo
o si algún virus agita en nosotros su perfecto simulacro
cuando lo virtual es más fuerte que la realidad todo finge
la ilusión ha vencido en el debate del ser y el parecer
lo durable ha perdido su valor en provecho de la mercancía
la revolución estaría de moda si fuera vendible
el presente traga a la vez el futuro y el pasado
además qué es el tiempo si es igual al consumo
el valor del disfrute es menos preciado que la velocidad del desgaste
o la necesidad sin cesar acelerada del cambio
se espera la misma seguridad del banco y de la comisaría
con la esperanza al fin de una plusvalía de la propia vida sobre la vida
el sentido gira en redondo en el retroceso de los deseos humanistas
la mirada cae en el fondo del fondo bajo el peso de la basta necedad


6
y ahora lanzas a la izquierda tu cólera y la angustia se inicia
alguien ahí busca en ti el sentido de su triste fatiga
no hay ideales y tampoco un fin el único deseo de acabar con ello
pues el mundo siendo el mundo su movimiento lo lleva hacia lo bajo
hacia el lugar exacto donde lo humano perece en su caricatura
para qué querer soliviantar la inclinación a la servidumbre
la historia añade todo su peso a esta vieja inclinación
por qué la hallamos desde el origen con la afición a los sacerdotes
y a los reyes por todas partes el mismo insaciable apetito de sumisión
y aquí y allá para el poema y la leyenda algunas revoluciones
pero para qué formular sin esperanza alguna ese tipo de evidencia
la suerte está echada y ahora no es más que la continuación de siempre
por qué machacar aún lo que el papel mejor haría en vomitar
la mano debería arrancar una a una las letras y plantar silencio
la muerte podría así llegar lentamente a nuestra espalda
y la nuca quebrada se inclinaría por fin por un buen motivo
el adiós definitivo a la pequeña comedia humana

7
y ahora un poco de ira brama aún acaso en la cabeza o en el corazón
el verso se ha recostado para darse el tiempo de pensar su susurro
pero he aquí que ya duda en medio de un acceso de angustia
qué pasa nada nuevo pues por todas partes el mismo desastre
es la guerra y clase contra clase avanza sin declaración
solo una mirada un desafío un gesto de cólera y la boca farfulla
llena de palabras que lanzadas una a una nada cambian en el horizonte
a falta de mañanas se tiene indigestiones de presente
cada acción carece de aliento o de ese no sé qué de esperanza
esa moneda de la ilusión que gastábamos riéndonos de nosotros mismos
desde ahora lo que fue político no es más que pobre publicidad
no sabemos que de este modo la naturaleza ha cambiado de naturaleza y lo humano
de humanidad pero acaso hemos sabido alguna vez quién y por qué
quién decidía el contenido y si el contenido era relativo o pleno
el asco es actualmente el último valor imposible de tarifar
tanto peor para el futuro vomitado previamente a la vez que yo
que nosotros que vosotros que todos los consumidores de la nada actual
 
 
Una vez finalizado el acto, muchas de las personas que habían acompañado al poeta en su lectura, se acercaron para que les firmase el cuadernillo que para la ocasión había editado la Residencia.



 




Al día siguiente, con ocasión de la presentación de la antología
Tres poetas franceses del siglo XXI. Bernard Noël, Zéno Bianu, Jean-Yves Masson, fue en el Círculo de Bellas Artes donde se produjo el encantamiento: era difícil saber si la voz de Bernard Noël se transformaba en poesía o la poesía en voz, acompañado esa tarde por Amalia Iglesias -poeta y crítica literaria- y Clara Janés, poeta, editora y traductora de la antología. Amalia glosó la trayectoria poética y la poesía del poeta y su traductora, y Clara nos relató cómo se fue gestando, al hilo de una casualidad continuada, la idea de reunir en un mismo volumen a estos tres autores.


La lectura -bilingüe- de los poemas, vino precedida de un breve texto escrito por Bernard Noël sobre la función del poeta en estos tiempos de vacuidad, que ofrecemos a continuación:


La función del poeta

Sin duda es preferible partir del hecho de que nuestra sociedad no asigna ninguna función a la poesía y que, por lo general, hace caso omiso de ella. En consecuencia, la poesía debe fortalecerse con lo que la niega y extraer de esa negación un nuevo aliento. Por lo demás, ¿por qué se la rechaza de este modo? Porque no pertenece al universo mediático, sus modas y su futilidad. La razón de su exclusión es simple: la poesía no puede hablar el lenguaje simplificador del consumo sin perder con ello su naturaleza, y no puede leerse sin contradecir la pasividad que engendra esa simplificación. Siendo así, hacer acto de poesía es hoy en día hacer acto de resistencia al envilecimiento de la interioridad por unos estereotipos que, so pretexto de democracia (en realidad, de populismo), esterilizan la emoción y la imaginación al tiempo que privan de sentido al pensamiento. Un producto concebido para todos es por fuerza un producto insignificante, según los criterios del consumo. Así pues, la poesía es de entrada inconsumible porque, como el amor, necesita un esfuerzo de atención para que el compartir se produzca. Su significado está en la calidad que aporta al lenguaje y, a través de él, a la relación humana...
Traducción de IJM







El poeta Bernard Noël estará en Madrid los días 18 y 19 de abril
Con motivo de la publicación de la antología Tres poetas franceses del siglo XXI, Bernard Noël recitará sus poemas el día 18 de abril en la Residencia de Estudiantes de Madrid y, el 19, presentará el libro en el Círculo de Bellas Artes, acompañado de Amalia Iglesias y Clara Janés.

Invitacion_Residencia_estudiantes













FEBRER0 2012


Los medios de comunicación se hacen eco del Informe sobre las revueltas árabes


Varios medios de comunicación escrita -Gara, ABC, 20Minutos, Yo dona- se han hecho eco de nuestro

Informe sobre las revueltas árabe.
También la radio se ha interesado: el 25 de enero, aniversario del comienzo de la revuelta egipcia, Ignacio Álvarez-Ossorio estuvo invitado en el programa de RNE1, "En días como hoy", que dirige Juan Ramón Lucas:
El programa "Travesías", de Radio Exterior de España entrevistará a Ignacio Gutiérrez de Terán (fecha por determinar), y Mohamed Chakor lo invitará a su espacio "Islam hoy" de la 2 de televisión española. La entrevista se difundirá los domingos 26 de febrero y 4 de marzo. Programa del 26 de febrero.
Tras las presentaciones en Madrid el 16 de diciembre en La Bóveda y el 19 de enero en Casa Árabe, el día 16 de febrero, el IPES Elkartea organiza, en Pamplona dos actos en torno al libro. Por la mañana, a las 11:15 h, degustando un café, se presentará en la librería Auzolan (C/ Tudela, 16) y, por la tarde, a las 20:00 h, en el auditorio Civican (Avda. Pío XII) , tendrá lugar una charla coloquio, en la que intervendrá Ignacio Álvarez-Ossorio.

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